Geert Wilders, líder del Partido de la Libertad (PVV) y figura de la ultraderecha neerlandesa, ha lanzado duras críticas contra Rob Jetten, líder de los liberales progresistas del D66, por su prematura celebración de victoria en las recientes elecciones legislativas. A pesar de que el conteo oficial de votos aún no ha terminado y los resultados preliminares muestran una competencia reñida, Jetten proclamó el triunfo de su partido.
Wilders ha destacado que la autoridad competente para declarar un vencedor es el Consejo Electoral, no las proyecciones de medios o agencias de noticias. “La agencia ANP no es la que decide”, declaró mediante un comunicado en redes sociales, refiriéndose a las estimaciones que situaban al D66 por delante del PVV por un margen superior a 15.000 votos, aunque todavía falta contabilizar votos de un municipio y del extranjero.
Según Wilders, aunque los cálculos actuales de la ANP sugieren que el PVV ya no podría superar al D66, él asegura que su partido no permitirá que “Jetten y sus colegas destruyan los Países Bajos” y promete oponerse desde el primer día a lo que califica de “mala gestión izquierdista-liberal”. Añadió firmemente que, “¡nos opondremos firmemente a su mala gestión izquierdista-liberal!”, haciendo alusión a las políticas del D66.
De acuerdo con los resultados preliminares, ambos partidos podrían obtener 26 escaños cada uno en la Cámara de Representantes. Aunque se anticipa que el nuevo gobierno podría estar compuesto por hasta cinco partidos, Jetten ha descartado cualquier negociación con el populista y conservador JA21, manteniéndose abierto a posibles alianzas con partidos más centrados.
















