El ejecutivo georgiano ha sancionado con una multa de 5.000 laris georgianos (aproximadamente 1.600 euros) a Elina Valtonen, presidenta pro tempore de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y ministra de Exteriores de Finlandia, por su presencia en una protesta contra el gobierno en Tiflis, la capital de Georgia.
El incidente ocurrió cerca del Parlamento, donde Valtonen manifestó su apoyo a los protestantes, quienes llevan más de 320 días interrumpiendo el tráfico nocturno. Este acto fue reportado por el portal Georgia Civil.
Adicionalmente, el Ministerio de Exteriores de Georgia ha dirigido una queja a la Secretaría de la OSCE en Viena, y a sus estados miembros, criticando la participación de Valtonen y sus declaraciones durante la manifestación, argumentando que estas son “incompatibles con los principios del Derecho Internacional reconocidos universalmente”, que incluyen el respeto a la soberanía y la no intervención en asuntos internos.
La nota de protesta del ministerio añade que la ministra se desvió de su agenda oficial al sumarse a la protesta el 14 de octubre, organizada por un grupo de activistas antigubernamentales. “Las declaraciones públicas hechas por Valtonen, que no reflejan la realidad, representan un intento deliberado de engañar a la comunidad internacional sobre la situación en Georgia. Estas acciones contradicen el espíritu de cooperación de la OSCE y pueden ser consideradas un abuso del mandato de la presidenta, socavando la confianza y la esperada neutralidad”, sostuvo el ministerio.
En su visita a Georgia, Valtonen también se encontró con la ministra de Exteriores georgiana, Maka Botchorisvili, y otros representantes de la sociedad civil. A pesar de tener programada una reunión con el primer ministro, Irakli Kobajidze, el encuentro fue cancelado. Poco antes de la multa, Valtonen había invitado a Kobajidze a Finlandia a través de la red social X, lamentando la cancelación de su reunión por problemas de agenda.
Georgia ha vivido intensas manifestaciones en los últimos meses, especialmente tras la decisión del gobierno de posponer las negociaciones de adhesión a la Unión Europea hasta 2028, un movimiento que ha sido percibido por algunos sectores de la sociedad como un acercamiento a Moscú.