Este lunes, el Departamento de Justicia de Estados Unidos ha interpuesto una demanda contra el estado de Minnesota, incluyendo al fiscal general Keith Ellison y a las denominadas ‘ciudades gemelas’, Minneapolis y St. Paul, “por las políticas de ciudad refugio” al argumentar que “interfieren con la aplicación de las leyes federales de inmigración”.
La fiscal general Pam Bondi, que lidera la entidad, ha calificado estas políticas como “no solo ilegales” a nivel federal, sino también como factor crítico en la “negativa a cooperar” de las autoridades señaladas, incluyendo al condado de Hennepin y la sheriff Dawanna Witt. Según Bondi, esta situación conduce a la liberación de “delincuentes peligrosos que, de otro modo, estarían sujetos a la deportación, incluyendo inmigrantes indocumentados condenados por agresión agravada, robo, tráfico de drogas y tráfico de personas”.
“Las autoridades de Minnesota están poniendo en peligro la seguridad de sus ciudadanos al permitir que los inmigrantes indocumentados eludan el proceso legal”, declaró Bondi, añadiendo que su departamento “seguirá presentando demandas contra cualquier jurisdicción que utilice políticas de ciudad refugio para desafiar la ley federal y socavar la aplicación de la ley”.
Brett Shumate, fiscal general adjunto, ha enfatizado que “proteger a los inmigrantes indocumentados de la aplicación de la ley federal es una flagrante violación de la ley con consecuencias peligrosas”. Además, ha indicado que la División Civil que dirige “responsabiliza plenamente a las jurisdicciones que implementan estas políticas” de ciudad refugio.
En respuesta, el fiscal Ellison ha refutado que las leyes de Minnesota impidan al Gobierno federal procesar a sus infractores. “Esta demanda infundada es simplemente otra represalia política contra Minnesota, y responderemos en los tribunales”, ha manifestado al ‘Minnesota Star Tribune’. “Mientras tanto, Minnesota seguirá utilizando sus recursos de seguridad pública para mejorar la seguridad ciudadana”, agregó.
Los alcaldes de Minneapolis y St. Paul también han reaccionado a la demanda. “Minneapolis no se rendirá”, afirmó Jacob Frey, prometiendo “luchar con todas nuestras fuerzas por nuestros vecinos inmigrantes”. “Y, como siempre, venceremos a Donald Trump en los tribunales”, señaló. Por su parte, Melvin Carter, alcalde de St. Paul, ha asegurado que su ciudad “apoyará a nuestros vecinos inmigrantes y refugiados, independientemente de las acusaciones inconstitucionales que escuchemos de la Casa Blanca”.