Este miércoles, el Gobierno palestino ha expresado una fuerte condena hacia la muerte de tres insurgentes palestinos a manos del Ejército de Israel, calificando el incidente de “ejecución extrajudicial”. La operación militar israelí tuvo lugar el martes cerca de Yenín, en Cisjordania. Según la Yihad Islámica, los fallecidos eran parte de este grupo armado.
Desde su cuenta en la red social X, el Ministerio de Exteriores palestino ha comunicado que los soldados israelíes impidieron que ambulancias accedieran al área y confiscaron los cuerpos. Este hecho se presenta como parte de una ofensiva más amplia que afecta a campamentos de refugiados y localidades en Cisjordania.
El comunicado también destacaba que estos actos representan una infracción a los derechos de los palestinos y al Derecho Internacional Humanitario, subrayando que son parte de una política más extensa de ejecuciones sin juicio previo y castigos colectivos.
Ante estos sucesos, el Gobierno palestino ha reiterado la urgencia de que la comunidad internacional intervenga para poner fin a estos actos y para que se hagan responsables a los criminales de guerra israelíes, tras un ataque adicional en Kafr Qud que incluyó un bombardeo israelí.
La semana pasada, la ONU reportó que desde el 7 de octubre de 2023, cuando Hamás y otras facciones atacaron Israel, más de mil palestinos han sido asesinados en Cisjordania debido a violencia ligada a las FDI o a colonos extremistas. Este número, que incluye a 213 menores, constituye el 43% del total de palestinos fallecidos en la región en las últimas dos décadas, evidenciando un aumento significativo en la frecuencia de estos ataques.















