El Ejecutivo británico expresó este lunes su preocupación por la retórica ‘peligrosa e incendiaria’ del magnate estadounidense Elon Musk, quien intervino por videoconferencia en una gran concentración de la extrema derecha el pasado sábado en Londres.
Musk instó a los seguidores del ultraderechista Tommy Robinson a movilizarse porque ‘la violencia está cerca’ y se deberá ‘elegir entre contraatacar o morir’. La manifestación contó con una asistencia estimada de entre 110.000 y 150.000 personas, y los disturbios resultantes provocaron al menos 26 policías heridos.
‘Reino Unido es un país justo, tolerante y decente. Los británicos rechazan este tipo de discursos peligrosos e incendiarios’, señaló la oficina de prensa del Número 10 de Downing Street, según informes de ‘The Guardian’. Esta actitud podría derivar en ‘violencia e intimidación en nuestras calles’. ‘No creo que esa retórica cale en la gente’, agregaron.
Por otro lado, Nigel Farage, líder del partido ultraderechista Reforma Reino Unido, ha puesto en duda las declaraciones de Musk y le ha solicitado que clarifique lo que quiso decir con ‘contraatacar’. Farage ha condenado la violencia y las lesiones a los agentes. ‘Temía que algo así pudiera suceder, pero quiero enfatizar que la gran mayoría de los asistentes eran personas buenas, ordinarias y decentes’, argumentó.
Mientras tanto, ciertas voces del Partido Laborista han criticado la falta de firmeza del primer ministro Keir Starmer en la defensa de la diversidad y le han pedido que ‘ofrezca un sentido de cambio real y positivo’. En contraposición, Kemi Badenoch, líder del Partido Conservador, condenó las declaraciones de Musk por ‘sembrar deliberadamente la discordia e incitar a la violencia en las calles del Reino Unido’ a través de la ‘desinformación’. Además, sugirió imponer ‘sanciones’ al empresario.
Este lunes se confirmó que el diputado conservador Danny Kruger ha dejado su partido para unirse al ultraderechista Reforma Reino Unido. Kruger afirmó que el Partido Conservador está ‘acabado’, aunque ‘el conservadurismo no lo está. Nunca había sido tan necesario y realmente nunca había estado tan vivo’, aseguró.
Starmer defendió que ‘no cederá’ la bandera de la cruz de San Jorge, empleada por la extrema derecha, ya que ‘la británica es una nación construida con orgullo sobre la tolerancia, la diversidad y el respeto’. Sin embargo, ‘otros la usan como símbolo de violencia, miedo y división’, publicó Starmer el domingo en X.