El Gobierno de la República Democrática del Congo y el M23 firman un acuerdo preliminar en Doha

Nuevo acuerdo marco entre el Gobierno de la República Democrática del Congo y el M23 en busca de la paz en el este del país.

Una ciudadana congoleña en la capital de Kivu Norte (RDC)Europa Press/Contacto/David Allignon

En un intento por pacificar la región este del país, el Gobierno de la República Democrática del Congo y las milicias del Movimiento 23 de Marzo (M23) han formalizado un acuerdo marco en Doha, la capital de Qatar. Este pacto, firmado el sábado, representa un esfuerzo inicial para resolver un conflicto que ha devastado la región durante años.

Este acuerdo no constituye un tratado de paz completo, sino que amplía la declaración de principios que ambos grupos acordaron en julio, la cual no se ha implementado efectivamente hasta ahora.

Lawrence Kanyuka, portavoz del ala política del M23, la Alianza del Río Congo, ha criticado a la delegación congoleña por demorar la firma del acuerdo, acusándolos de no respetar el protocolo establecido.

Por otro lado, Bertrand Bisimwa, líder político del M23, ha reportado ataques aéreos nocturnos por parte del Ejército congoleño contra sus fuerzas, acto que, según sus palabras en X, “refleja claramente su determinación de socavar los esfuerzos de Qatar y Estados Unidos por establecer la paz en nuestro país”.

El M23, acusado por Congo de ser un instrumento de Ruanda, ha tomado este año las capitales de las provincias de Kivu Norte y Kivu Sur, Goma y Bukavu. A pesar de los progresos en las negociaciones, las tensiones persisten con grupos armados locales conocidos como wazalendos.

Según informes locales, los wazalendos han sido responsables de la muerte de 68 civiles en los últimos tres meses durante sus operaciones contra el M23, exacerbando la crisis humanitaria en la región.

En una declaración reciente, la delegación del M23 ha aclarado que el documento firmado consiste en “ocho protocolos” que buscan abordar las causas profundas del conflicto. “Los protocolos definirán los temas a tratar, los plazos de implementación y, en última instancia, conducirán a un acuerdo de paz integral”, explicaron, advirtiendo que aún queda “un largo camino por delante” y que el acuerdo actual “no contiene cláusulas vinculantes”, lo que significa que “no habrá cambios en la situación sobre el terreno, ni ninguna actividad de ningún tipo, hasta que el protocolo se haya debatido, negociado y discutido hasta que se alcance un acuerdo final”.

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