El Gobierno sudanés ha actualizado a 79 el número de personas fallecidas, entre ellas 43 menores, y a 38 el de heridos tras el ataque que atribuye a las Fuerzas de Apoyo Rápido (RSF) contra una guardería y un centro sanitario en el estado de Kordofán Sur, ocurrido el pasado viernes.
En su último comunicado, el Ministerio de Exteriores de Sudán ha denunciado la “campaña de genocidio” que achaca a este grupo paramilitar, con el que mantiene enfrentamientos desde el 15 de abril de 2023 en una guerra que ha arrasado el país africano y que ha tenido uno de sus episodios más recientes en el bombardeo sobre la ciudad de Kaloqi.
Según la versión ofrecida por las autoridades sudanesas, la ofensiva comenzó con un bombardeo directo mediante dron contra la guardería Al Hanan. Posteriormente, se produjo un segundo ataque aéreo sobre los restos del edificio cuando vecinos y familiares acudían a socorrer a los menores, seguido de un tercer impacto contra el hospital rural donde estaban siendo atendidas las víctimas.
Las RSF no se han pronunciado sobre este episodio concreto, aunque, como es habitual, suelen rechazar su implicación en este tipo de acciones y responsabilizan al Ejército sudanés, al que acusan de utilizar a la población civil como blanco de sus operaciones.
La magnitud real de la tragedia en Kaloqi podría ser aún mayor. Fuentes locales, que han hablado bajo condición de anonimato con el portal Ultra Sudan, sostienen que el ataque habría dejado hasta el momento 93 fallecidos, entre ellos los 43 niños ya citados y 53 adultos, además de 48 heridos, incluidos 13 menores y 35 adultos. Varias de estas personas heridas se encuentran en estado crítico, según las mismas fuentes.











