El Ejecutivo de Grecia ha insinuado que los protestantes propalestinos, que recientemente evitaron el amarre de un barco de crucero israelí en Sylos, desviándolo hacia Chipre, podrían estar violando las normativas contra el racismo. «El antisemitismo y cualquier forma de fascismo no serán tolerados», expresaron desde el gobierno.
«Lo ocurrido en Syros me parece indignante (…) las autoridades deben hacer todo lo posible para evitar que se repita en el futuro», declaró Pavlos Marinakis, portavoz del gobierno, enfatizando en una conferencia de prensa que no se tolerarán «comportamientos racistas», tal como reporta el periódico ‘Ethnos’.
«Hay minorías resentidas que confunden las cosas», agregó Marinakis, criticando a los manifestantes por transformar una protesta pacífica sobre la situación en la Franja de Gaza «en un evento con tintes fascistas».
Marinakis ha pedido a las autoridades, ya sea la Policía o la Guardia Costera, que actúen en manifestaciones futuras donde ocurran incidentes similares, y ha acusado a los manifestantes de comportamiento racista al «atacar» a individuos por su origen, nacionalidad o religión.
«No digo que se haya cometido un acto ilegal. Esto debería ser constatado en cada caso por la Policía y el Ministerio de Justicia. Pero, sin duda, desde el momento en que se creó esa situación, las autoridades tenían el deber de imponer el orden y garantizar que el desembarque de los pasajeros fuera seguro», añadió.
El portavoz concluyó señalando que aunque protestar no está prohibido, en ciertas circunstancias «es necesario» mover a los manifestantes «a un lugar donde puedan expresarse de forma segura» y «si es necesario arrestar a quienes cuyo comportamiento» sea susceptible de violar la ley antirracismo.