Tras ser deportada de Israel y llegar a Atenas, la activista sueca Greta Thunberg ha hecho un llamamiento para desviar la atención de los “maltratos y abusos” experimentados bajo custodia israelí y centrarla en el “genocidio que está siendo transmitido en directo”, refiriéndose a la acción militar israelí en Gaza.
Thunberg, expulsada de Israel después de su arresto por militares en aguas internacionales durante su participación en la Global Sumud Flotilla, intentaba llevar ayuda a Gaza. Durante su retención de seis días, enfrentó “maltratos y abusos”. “Podría hablar largo y tendido sobre esto, pero esa no es la noticia”, explicó.
“Permítanme ser muy clara. Estamos viendo un genocidio ante nuestros ojos. Un genocidio retransmitido en directo en nuestros teléfonos. Nadie puede decir que no sabíamos lo que estaba pasando”, declaró Thunberg rodeada de activistas y simpatizantes en el Aeropuerto de Atenas.
Además, acusó a Israel de intensificar su “genocidio y la destrucción en masa con intenciones genocidas” con el fin de “borrar a una población entera, una nación entera” y criticó la violación del Derecho Internacional por impedir el ingreso de ayuda humanitaria.
Recordó también que según el Derecho Internacional, los Estados tienen el deber legal de “intervenir y evitar que ocurra un genocidio”. “Mis supuestos líderes, los que supuestamente me representan, los que siguen alimentando un genocidio, la muerte, la destrucción,… no me representan”, señaló.
“Implica poner fin a la complicidad, presionar seriamente y poner fin al comercio de armas. No lo están haciendo. Nuestros gobiernos ni siquiera hacen lo mínimo”, añadió Thunberg, defendiendo la necesidad de iniciativas como la Global Sumud Flotilla como “último recurso”. “No solo necesitamos que entre la ayuda humanitaria en Gaza. Necesitamos el fin del bloqueo. Necesitamos el fin de la ocupación y la opresión. Esa es la noticia”, apeló.
Las autoridades israelíes han comunicado la deportación de 171 activistas de la flotilla en dos aviones hacia Grecia y Eslovaquia, negando que hayan sufrido abusos mientras estaban bajo custodia.