Este domingo, Guinea enfrenta un momento crucial con la celebración de un referéndum constitucional, el primer acto electoral desde el golpe de Estado de 2021 que destituyó a Alpha Condé. La jornada se desarrolla entre voces opositoras que instan al boicot, argumentando que la consulta busca legitimar las acciones de la junta militar en un contexto de creciente represión contra críticos y activistas.
Con una población de aproximadamente 15 millones, este referéndum podría marcar el inicio de varios procesos electorales destinados a restituir el gobierno civil, tras reiterados retrasos que han intensificado las críticas hacia el líder militar, Mamady Doumbouya. A pesar de que Doumbouya ha insinuado su posible candidatura, la asonada militar contra Condé fue percibida por algunos como una oportunidad para romper con el antiguo régimen y comenzar una democratización, aunque la permanencia de la junta ha generado inquietudes.
Tras el golpe, la junta publicó una Carta de Transición que prohíbe a sus miembros presentarse a futuras elecciones, pero Doumbouya asumió como presidente interino en octubre de 2021, prometiendo devolver el poder a los civiles. Sin embargo, la junta excedió los plazos de transición establecidos por la CEDEAO, y en abril de 2022, se prohibieron las protestas, lo que culminó con la disolución de la principal coalición opositora en agosto.
Bajo presión, Conakry aceptó un plan de transición de dos años de la CEDEAO, con elecciones previstas para finales de 2024, que no se materializaron por dificultades organizativas, entre un aumento de la represión en 2023. Doumbouya ha prometido que 2025 será un año electoral clave, pero ha mantenido una postura firme contra la oposición, con continuas denuncias de detenciones y desapariciones.
El proyecto de Constitución a votación no impide a los miembros de la junta contender en futuras elecciones, contradiciendo la Carta de Transición. Se propone además la creación de un Senado y un aumento en la duración del mandato presidencial de cinco a siete años, con importantes poderes para el Ejecutivo sobre el legislativo y restricciones para los candidatos basadas en afiliación partidista y edad.
La campaña represiva incluye la disolución de partidos como la UFGD de Diallo, quien ha llamado a boicotear el referéndum y alertado sobre la manipulación del voto. “Incluso si votan ‘no’, su voto será contado como un ‘sí’”, advirtió, instando a los guineanos a no participar en lo que considera una farsa electoral que perpetúa la tiranía.
