El mandatario colombiano, Gustavo Petro, expresó disculpas en representación del Estado por los actos de violencia que durante años acabaron con la vida de más de 5.730 personas vinculadas a Unión Patriótica, un partido político creado en 1985 como iniciativa de paz con las desaparecidas FARC.
“El Estado colombiano debe pedir perdón, no ofrecerlo, porque es corresponsable de un genocidio político”, declaró Petro durante un evento el domingo pasado en Santa Marta, que coincidió con la IV Cumbre de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y la Unión Europea (UE). Esta declaración llega un año después de que el Gobierno acatara la decisión de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) sobre este tema.
Los asesinatos perpetrados contra miembros de este partido, calificados como crímenes de lesa humanidad por la Fiscalía, están siendo tratados judicialmente en la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP), en el caso 06. Este proceso incluye a 5.733 víctimas, entre ellas varios congresistas en funciones y dos candidatos presidenciales, Jaime Pardo Leal en 1986 y Bernardo Jaramillo Ossa en 1990.
La Corte IDH ha indicado que estos crímenes se realizaron con la “participación de agentes estatales, y con la tolerancia y aquiescencia de las autoridades”, como reacción al creciente apoyo al partido, especialmente en regiones con influencia guerrillera y campesina.
El veredicto también destacó la “alianza” entre grupos paramilitares y sectores poderosos económica y políticamente para “contrarrestar” la influencia de Unión Patriótica en el panorama político. “Colombia ha visto, desde hace décadas, cómo las ideas fascistas se volvieron letra de los periódicos y eliminar la diferencia se convirtió en costumbre”, recordó Petro, subrayando que “no se puede perder tanta sangre ni derramar tanto dolor, porque al final los pueblos se exterminan y las naciones mueren”.









