El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha condenado “inequívocamente” el “mortífero ataque terrorista” perpetrado este viernes por el grupo extremista suní Ansar al Sunna en una mezquita situada en un barrio de mayoría alauí de la ciudad siria de Homs, en el oeste del país, un atentado que ha dejado al menos ocho fallecidos y cerca de 20 heridos, según el último balance facilitado por las autoridades.
En una comparecencia ante los medios, el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, ha recalcado que “El Secretario General reitera que los ataques contra civiles y lugares de culto son inaceptables. Subraya que los responsables deben ser identificados y llevados ante la justicia”.
Dujarric ha hecho llegar igualmente las condolencias del máximo responsable de la ONU a los allegados de las víctimas mortales y ha añadido que Guterres “ha tomado nota de que las autoridades sirias han condenado el ataque y reafirmado el compromiso del Estado de combatir el terrorismo y exigir responsabilidades a los autores”.
Estas palabras se producen pocas horas después de que Ansar al Sunna asumiera la autoría del atentado, recordando además que en junio, tras un ataque contra una iglesia en la capital, Damasco, el grupo ya había advertido de que sus ataques “seguirán aumentando y apuntarán a todos los infieles y apóstatas”.
El Ministerio de Exteriores sirio también ha repudiado la explosión, al afirmar que “este cobarde acto criminal constituye un ataque flagrante a los valores humanos y morales”. El departamento ha añadido que “tiene lugar en el contexto de repetidos intentos desesperados de desestabilizar la seguridad y la estabilidad y sembrar el caos entre el pueblo sirio”.
Según el balance más reciente del Ministerio de Sanidad de Siria, ocho personas han perdido la vida y 18 han resultado heridas por la detonación registrada en la mezquita Imam Alí ibn Abitalib, situada en el barrio de Uadi al Dahab, tal y como ha informado la agencia de noticias estatal SANA.