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Guterres critica ataques de las FDI que pusieron en peligro a la FINUL y dejaron herido a un casco azul en el sur de Líbano

Guterres denuncia ataques de las FDI en el sur de Líbano que pusieron en peligro a la FINUL y dejaron herido a un casco azul cerca de la Línea Azul.

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Cascos azules de Naciones Unidas en Líbano Europa Press/Contacto/Ali Hashisho

Cascos azules de Naciones Unidas en Líbano Europa Press/Contacto/Ali Hashisho

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El secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha condenado este viernes los recientes ataques efectuados por las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) en el sur de Líbano, cerca de la Línea Azul. En esta zona, donde rige un alto el fuego, se han producido disparos y detonaciones que han interferido en el trabajo de varias patrullas de la misión de paz de la ONU para Líbano (FINUL) y han provocado heridas al menos a un 'casco azul'.

En un comunicado, el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, ha recalcado que “Cualquier acto que pueda poner en peligro la seguridad del personal de mantenimiento de la paz de Naciones Unidas es completamente inaceptable” y ha recordado que “la FINUL había informado a las FDI sobre las actividades en esas zonas con antelación”.

Guterres ha reiterado que “todos los actores” presentes en la región deben detener de forma inmediata “las actividades que ponen en riesgo el bienestar del personal de mantenimiento de la paz” desplegado sobre el terreno, remarcando además que es “su responsabilidad (...) garantizar la seguridad del personal de mantenimiento de la paz”.

La queja del secretario general alude a dos incidentes distintos registrados este viernes 26 de diciembre. El primero consistió en “un intenso fuego de ametralladora” procedente de las FDI que impactó en las proximidades de una patrulla de la FINUL que estaba inspeccionando un control de carretera en la localidad de Bastarra, en el sur del país. El segundo fue un episodio similar comunicado por otra patrulla de la misión, que detectó “disparos de ametralladora (...) en las inmediaciones de su posición” cerca de la aldea de Kfar Shouba.

Estas declaraciones se producen después de que representantes de Israel y Líbano se reunieran la semana pasada para estudiar fórmulas que permitan sostener el alto el fuego acordado en noviembre de 2024, tras 13 meses de enfrentamientos entre el Ejército israelí y Hezbolá desencadenados a raíz de los ataques del 7 de octubre de 2023.

Desde la entrada en vigor de la tregua, Israel ha llevado a cabo decenas de bombardeos sobre territorio libanés alegando que se dirigen contra posiciones y actividades de Hezbolá y defendiendo que, por este motivo, no vulnera el acuerdo. No obstante, tanto el Gobierno de Beirut como la milicia chií han censurado estas operaciones, que también han sido objeto de críticas y condenas por parte de Naciones Unidas.

El alto el fuego establecía que tanto Israel como Hezbolá debían retirar sus fuerzas del sur de Líbano. Pese a ello, el Ejército israelí mantiene cinco posiciones en territorio libanés, una presencia cuestionada por las autoridades del país y por el propio grupo chií, que reclaman el desmantelamiento de estos puestos.

La FINUL, creada en 1978, desempeña un papel limitado a lo largo de la denominada 'Línea Azul', que se extiende 120 kilómetros entre la frontera sur de Líbano y la frontera norte de Israel. Su misión es supervisar el cese de las hostilidades entre las fuerzas israelíes y Hezbolá, aunque su mandato no le autoriza a hacer uso de la fuerza.

Las actividades de la misión están enmarcadas en la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, aprobada por unanimidad en 2006 tras la grave escalada entre Israel y la milicia libanesa. Esta resolución persigue consolidar el fin de las hostilidades mediante un alto el fuego permanente sustentado en la creación de una zona de amortiguación en la región fronteriza.