António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, ha expresado su condena por el incremento de hostilidades recientes entre Tailandia y Camboya, instando a ambas naciones a establecer un cese al fuego mientras se ofrece como mediador en este conflicto, que ha resultado en la muerte de más de diez personas, principalmente del lado tailandés, y ha provocado el desplazamiento de más de 130.000 individuos en la zona fronteriza.
«Estoy profundamente preocupado por los recientes enfrentamientos armados en la frontera entre Camboya y Tailandia», declaró Guterres en una breve publicación en su perfil de la red social X.
Guterres ha enfatizado que cualquier discrepancia entre Tailandia y Camboya debe solucionarse diplomáticamente para lograr una solución pacífica a las disputas y cesar los enfrentamientos fronterizos, que han escalado esta semana después de varios días de enfrentamientos menores.
«Insto a ambas partes a que acuerden inmediatamente un alto el fuego y a que aborden cualquier cuestión mediante el diálogo», afirmó el secretario general, reiterando su disponibilidad para apoyar los esfuerzos hacia una resolución pacífica de la contienda.
Los conflictos se intensificaron horas después de que Tailandia anunciara una reducción de sus relaciones diplomáticas con Camboya, tras reportar que cinco de sus soldados fueron heridos por una mina antipersona en la provincia fronteriza de Ubon Ratchathani (este), un incidente sobre el que Camboya ha ofrecido una versión distinta, tras meses de tensiones acumuladas.
La relación entre ambos países se había deteriorado luego de que un soldado camboyano falleciera el pasado 28 de mayo a manos de fuerzas tailandesas cerca de Preah Vihear, en una zona disputada, sin que los intentos posteriores de diálogo lograran reducir las tensiones previamente acumuladas.