António Guterres, Secretario General de la ONU, ha expresado su profunda preocupación el lunes por las escenas divulgadas recientemente donde se muestra un asalto armado por militares sirios a un hospital en Sueida, al suroeste de Siria, durante el cual fue asesinado un empleado del establecimiento médico.
‘Esos informes son extremadamente preocupantes, ya que tales ataques y tal violencia podrían tener lugar en un hospital, contra trabajadores sanitarios’, declaró Stéphane Dujarric, portavoz de Guterres, destacando que ‘hemos tomado nota de’ las autoridades de transición de Siria, quienes han condenado los hechos y han iniciado una investigación.
En relación a esto, el representante de la ONU manifestó que ‘esperamos con interés los resultados’. ‘Una vez más, las personas responsables de lo que se ve en ese vídeo deberán rendir cuentas’, señaló.
De acuerdo a las grabaciones de las cámaras de seguridad del Hospital Nacional de Sueida, difundidas el domingo en redes sociales, varios hombres armados irrumpieron el 16 de julio en el hospital y detuvieron a numerosas personas, antes de secuestrar a una de ellas, identificada por medios locales como Mohamed Bahsas, un voluntario del personal médico, golpearlo y asesinarlo de un disparo.
El Observatorio Sirio de Derechos Humanos y el sitio web Sueida 24 indican que los responsables del asalto son miembros de las fuerzas de seguridad controladas por los ministerios del Interior y de Defensa de Damasco.
El mismo domingo, el Consejo de Seguridad de la ONU advirtió sobre enfrentamientos que incluyen ‘asesinatos en masa’, forzando a unas 192.000 personas a desplazarse en esta área del suroeste del país árabe.
En una declaración conjunta, el grupo de 15 países ‘condenó enérgicamente la violencia perpetrada contra los civiles’ y solicitó a ‘todas’ las partes que respeten el acuerdo de alto el fuego anunciado a mediados de julio por el Gobierno de transición sirio, liderado por el presidente Ahmed al Shara, después de una semana de conflictos entre beduinos aliados a las autoridades de Damasco y milicias de la minoría drusa.
A pesar del cese al fuego acordado, los enfrentamientos han resurgido recientemente en la región y cerca de 500 personas han sido evacuadas debido a una violencia que ha resultado en más de 1.500 muertos desde mediados de julio, incluyendo 349 ejecuciones.















