Guterres solicita una acción coordinada a nivel regional para combatir el terrorismo en el Sahel

António Guterres urge a una estrategia regional unida para abordar el terrorismo en el Sahel, enfatizando en la colaboración y diálogo.

Archivo - El secretario general de Naciones Unidas, António GuterresKay Nietfeld/dpa - Archivo

Ante el Consejo de Seguridad de la ONU, el secretario general de Naciones Unidas, António Guterres, ha demandado una acción regional “unificada, coherente y basada en el consenso” para hacer frente a la amenaza terrorista. “Ha llegado el momento del diálogo y la colaboración entre todos los países para fortalecer la arquitectura de seguridad y cooperación política en la región”, enfatizó, aunque reconoció “las graves diferencias políticas que existen” entre las naciones.

Guterres destacó que el Sahel es escenario del 19 por ciento de los ataques terroristas a nivel mundial y representa más de la mitad de las víctimas de terrorismo globalmente, una realidad que ha provocado el desplazamiento de cerca de cuatro millones de personas en países como Burkina Faso, Malí y Níger.

Señaló además que 14.800 escuelas y más de 900 centros de salud han tenido que cerrar en el Sahel debido a la inseguridad. A esto se suma que los países de la región ya enfrentaban “altos niveles de pobreza, instituciones débiles y los efectos desastrosos del cambio climático”.

“Los terroristas prosperan donde el contrato social está roto. Cuando las familias están atrapadas en la pobreza y los jóvenes no tienen acceso a la educación o al trabajo, el extremismo gana terreno”, explicó, añadiendo que los terroristas encuentran maneras de explotar la situación allí donde “la gobernanza fracasa”.

El secretario general reiteró que el terrorismo en el Sahel no solo es “una dramática realidad regional”, sino que los lazos de estos grupos terroristas en el continente “hacen que sea una amenaza mundial cada vez mayor”.

Además, Guterres afirmó que “invertir en desarrollo” y “transformar la desesperación en oportunidad” es la mayor defensa contra la radicalización, aunque reconoció la “falta de recursos financieros para coordinar una respuesta regional adecuada”.

“Esto requiere la solidaridad efectiva de la comunidad internacional para ayudar a los países a luchar contra el hambre y la pobreza, invertir en sistemas de salud y educación sostenibles e inclusivos y adaptarse al cambio climático, y fortalecer la protección social y los servicios esenciales”, declaró.

Finalmente, el líder de la ONU instó al mundo a “solidarizarse plenamente con la población de esta región, que está soportando un nivel desesperado de penurias y sufrimientos”. “La financiación previsible, oportuna y flexible es vital para mantener la esperanza y permitir una rápida recuperación de la región y de las personas que viven en ella”, concluyó.

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