Este martes, el Gobierno de Haití proclamó una política de ‘tolerancia cero’ luego de que un grupo armado atacara un reconocido hotel en Puerto Príncipe, en un contexto de violencia creciente causada por pandillas en el país.
‘El Hotel Oloffson, joya arquitectónica y símbolo viviente de la historia haitiana, fue destruido por un incendio en un acto criminal de violencia indescriptible. (…) Los bandidos armados han alcanzado un nuevo nivel de terror. Ya no se limitan a quemar casas: ahora atacan nuestra cultura, nuestra identidad y lo que nos constituye como pueblo’, criticó la oficina del primer ministro.
La oficina expresó que ‘este emblemático monumento, que ha visto pasar a artistas, escritores y visitantes de todo el mundo, ya no existe’. ‘Una parte del alma de Puerto Príncipe, de la memoria nacional y del patrimonio haitiano acaba de ser destruida’, según un comunicado en Facebook.
Asimismo, manifestó su ‘más profunda indignación’ y convocó a la ciudadanía ‘a la acción’. ‘Se acabó el tiempo de la indiferencia y las divisiones: es hora de la unidad nacional. Es urgente movilizarnos juntos contra los bandidos que amenazan nuestra supervivencia colectiva’, arengó.
El gobierno aseguró estar ‘plenamente consciente de la gravedad de la situación’ y prometió ‘movilizar todos los recursos para localizar, desmantelar y erradicar a estos grupos armados’, garantizando que ‘este crimen contra la nación no quedará impune’.
‘A los instigadores del caos, les decimos esto: no destruirán Haití. Han encendido un fuego que despertará la conciencia de un pueblo que se mantiene firme’, concluyó la oficina del primer ministro.
A principios de 2024, una oleada de violencia sacudió Haití, lo que llevó al entonces primer ministro, Ariel Henry, a presentar su dimisión. Entre críticas y tras varios años de inestabilidad, había ascendido al puesto en 2021, tras la muerte del presidente Jovenel Moise en su residencia oficial a manos de un grupo de sujetos armados.
Desde entonces, un Consejo Presidencial de Transición gobierna con el objetivo de llevar a cabo la tarea de pacificación y crear un Consejo Electoral Provisional para organizar las primeras elecciones en una década. La presencia de un contingente internacional encabezado por Kenia ha resultado, hasta la fecha, ineficaz para frenar la actividad de las pandillas.