El Movimiento de Resistencia Islámica, conocido como Hamás, ha denunciado este lunes que los activistas de la Global Sumud Flotilla, interceptada recientemente en aguas internacionales por fuerzas israelíes, han sido víctimas de maltratos que evidencian «la brutalidad» de la ocupación israelí.
«Los horribles testimonios facilitados por activistas de la Global Sumud Flotilla sobre el trato inhumano al que fueron sometidos a manos de la ocupación sionistas fascista, incluidos insultos, abusos y privación de sus derechos más básicos durante y después de su secuestro en aguas internacionales, suponen una nueva prueba del nivel de brutalidad de la ocupación y de sus repetidas violaciones de los Derechos Humanos y violaciones flagrantes del Derecho Internacional», expresó el grupo palestino.
Además, Hamás ha instado «a todos los países y organizaciones de Derechos Humanos» a «documenten estos horribles testimonios y adopten medidas urgentes para procesar a la ocupación y sus líderes ante el Tribunal Penal Internacional (TPI) y los tribunales nacionales competentes en defensa de los valores humanos y en apoyo a la justicia de la causa palestina y la resiliente población palestina, que sigue sometida a cerco, hambre y genocidio», según informaciones del diario ‘Filastin’.
Varios activistas españoles que participaron en la iniciativa humanitaria y que arribaron el domingo al aeropuerto madrileño de Adolfo Suárez Madrid-Barajas, también han reportado malos tratos por parte de las autoridades israelíes, describiendo intentos de humillación y vejación.
En contraste, Itamar Ben Gvir, ministro de Seguridad Nacional de Israel, afirmó sentirse «orgulloso» del tratamiento dispensado a los detenidos, calificándolos de «terroristas», aunque el Gobierno israelí ha negado que los activistas hayan sido maltratados.
La flotilla, que incluía más de 40 barcos y cerca de 500 activistas, fue objeto de un abordaje por parte del Ejército israelí, lo que Hamás califica de «secuestro». Desde entonces, los participantes están siendo deportados gradualmente desde el puerto de Asdod.
Según datos de las autoridades de Gaza, controladas por Hamás, la ofensiva israelí en la Franja ha resultado en más de 67.100 muertos palestinos, de los cuales 455, incluidos 151 niños, fallecieron por desnutrición y hambre, en un contexto donde el norte de Gaza ha sido declarado zona de hambruna.