Este domingo, las Brigadas Ezzeldín al Qassam, el ala militar de Hamás, han acusado a Israel de provocar los enfrentamientos en Rafá, una ciudad situada al sur de la Franja de Gaza. Han declarado que los cien milicianos que se encuentran cercados no se entregarán.
“El enemigo israelí debe comprender que el principio de rendición o entregarse al enemigo no existe en el diccionario de las Brigadas Qassam”, ha expresado la milicia en un comunicado citado por medios palestinos.
Adicionalmente, han hecho un llamamiento a los mediadores internacionales para que aseguren el cumplimiento del alto el fuego y eviten que Israel lo infrinja con excusas débiles o lo utilice para atacar a civiles inocentes en Gaza.
Este anuncio surge poco después de que revelaran la recuperación del cuerpo del oficial israelí Hadar Goldin en Rafá, retenido desde su muerte en una emboscada en agosto de 2014. Se espera que sus restos sean entregados en breve. La prensa israelí sugiere que este acto podría ser clave para negociar la liberación de los milicianos de Hamás atrapados.
En referencia a la recuperación de cuerpos, Hamás ha criticado la insuficiencia de medios y las obstrucciones por parte de Israel para la entrega de equipos necesarios. No obstante, han destacado su cumplimiento con el acuerdo a pesar de las «circunstancias complejas y extremadamente difíciles» que han enfrentado.
El alto el fuego, que comenzó el 10 de octubre, contemplaba la liberación de 20 rehenes capturados el 7 de octubre de 2023 y la devolución de los cuerpos de 28 rehenes fallecidos. Hasta ahora, se han entregado los restos de 17 israelíes, quedando pendientes otros once para cumplir con los términos del acuerdo mediado por Estados Unidos.
