En el primer aniversario del fallecimiento de Hasán Nasralá, ex líder de Hezbolá, el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha emitido una dura crítica hacia las autoridades israelíes, catalogando su muerte como un “crimen de asesinato” ejecutado por Israel. Hamás ha enfatizado que este acto busca debilitar la resistencia regional, pero ha advertido que su compromiso con la lucha no flaqueará.
Hamás ha recordado que el “asesinato” de Nasralá y “otros mártires” acaecido en 2024 fue una estrategia del gobierno israelí para intentar disuadir a la resistencia libanesa de su apoyo a Palestina. No obstante, desde el Movimiento aseguran que estas acciones han tenido el efecto contrario, fortaleciendo su determinación de proseguir hacia la liberación, según reporta el diario palestino ‘Filastin’, vinculado a Hamás.
En esta fecha conmemorativa, Hamás ha reiterado su “plena solidaridad” con Líbano ante los ataques continuos de Israel y ha llamado a los países árabes e islámicos a respaldar a Beirut en este momento crítico, caracterizado por “los repetidos complots y ataques sionistas”. El objetivo es fortalecer una “posición árabe” unida en apoyo a las causas justas de la nación.
El Ministerio de Asuntos Exteriores francés confirmó el 28 de septiembre de 2024 la muerte de Nasralá en un bombardeo israelí en Beirut, describiendo la situación como “extremadamente grave”. Poco después, las Fuerzas Armadas de Israel reconocieron la muerte del político durante intensos bombardeos en los suburbios del sur de Beirut, feudo de la organización.