Hamás ha lanzado duras críticas contra Mahmud Abbas, presidente de la Autoridad Palestina, acusándolo de “identificarse con la falsa narrativa sionista” y de “violar el derecho a la autodeterminación” de los palestinos. Estas declaraciones surgen después de que Abbas pidiera en la Asamblea General de la ONU que Hamás entregase las armas y se apartara del ámbito político para facilitar un acuerdo de paz en la región.
El grupo islamista argumenta que “la resistencia palestina es una responsabilidad nacional y moral” y rechaza cualquier intento de marginación política, describiendo las demandas de Abbas como una violación a los derechos fundamentales del pueblo palestino y un acto de sumisión a influencias externas. Además, Hamás condena la solicitud de desarme en el contexto de lo que describen como un genocidio en Gaza y los actos violentos en Cisjordania.
Por otro lado, Abbas, en su intervención ante la ONU, denunció el “genocidio” israelí en Gaza y abogó por un control gubernamental palestino del enclave sin la participación de Hamás. Esta postura, que ya ha sido defendida en múltiples ocasiones, sigue generando tensiones y críticas desde el sector islamista, que ve en estas declaraciones un apoyo a las posturas más extremas de Israel.
Izat al Rishq, alto dirigente de Hamás, expresó su descontento con las posiciones de Abbas, lamentando que este apoye las demandas de desarme en un momento crítico para la región. Al Rishq aboga por un frente unido y una estrategia de resistencia nacional frente a lo que califica como una “ocupación fascista”.