El Movimiento de Resistencia Islámica, conocido como Hamás, ha lanzado una acusación contra Israel por “incrementar sus violaciones” del cese al fuego en la Franja de Gaza. Estas infracciones incluyen “asesinatos, demoliciones de viviendas, desplazamiento de civiles y restricciones a la entrada de ayuda humanitaria”. Hamás ha instado a la comunidad internacional a que “adopten medidas serias” para terminar con estas prácticas.
El portavoz de Hamás, Hazem Qasem, ha destacado que “la criminal ocupación sionista sigue incrementando sus violaciones del acuerdo de alto el fuego”, señalando ataques a “refugios para personas desplazadas en el centro de la ciudad de Gaza, fuera de la ‘línea amarilla’” y el “asesinato deliberado” de un periodista en Jan Yunis. Qasem ha enfatizado que estas acciones “confirman que el enemigo continúa su guerra de exterminio contra la población en la Franja de Gaza”, aunque ha cambiado el ritmo de sus acciones para alcanzar los mismos objetivos.
Además, Qasem ha recordado que Hamás ha mantenido su compromiso con el cese al fuego, entregando recientemente el cuerpo de uno de los secuestrados en ataques previos. Sin embargo, aún falta por localizar los restos de otro rehén en el enclave.
El contexto de estas declaraciones se da tras un ataque reciente del Ejército de Israel que resultó en la muerte de cinco palestinos, incluidos dos niños, en un campamento de desplazados cerca de un hospital en Jan Yunis. A pesar del cese al fuego vigente, Israel justificó el ataque como respuesta a una supuesta infracción del alto el fuego por parte de milicianos en Rafá.
El ministro de Defensa de Israel, Israel Katz, ha declarado que las fuerzas israelíes “continuarán actuando con fuerza ante cualquier violación y contra la infraestructura terrorista de Hamás en Gaza hasta que vuelva el último rehén y hasta que las capacidades de Hamás sean destruidas”.