El Movimiento de Resistencia Islámica, conocido como Hamás, ha manifestado su desacuerdo con la reciente resolución del Consejo de Seguridad de la ONU relativa al plan de paz propuesto por el gobierno de Estados Unidos, alegando que no cumple con las exigencias políticas y humanitarias del pueblo palestino.
Hamás ha declarado que la resolución no atiende adecuadamente las necesidades específicas de la Franja de Gaza y ha recordado que este territorio palestino ha sufrido «durante dos largos años una brutal guerra de exterminio y crímenes sin precedentes cometidos por la ocupación terrorista» israelí.
«La resolución impone un mecanismo de tutela internacional sobre la Franja de Gaza, que nuestro pueblo, fuerzas y facciones rechazan», así como «un mecanismo para lograr los objetivos de la ocupación que no logró alcanzar mediante la brutal guerra de exterminio», señaló Hamás en su comunicado.
Además, el grupo ha criticado que el documento intenta establecer «nuevas realidades muy alejadas» de los «legítimos derechos» del pueblo palestino, incluyendo la autodeterminación y la creación de un Estado con Jerusalén como capital.
Hamás también ha destacado que la cláusula del plan de paz de Trump que propone el desarme de la milicia palestina y el despliegue de una fuerza internacional para estabilizar el territorio, «elimina su neutralidad y la convierte en parte del conflicto a favor de la ocupación».
El grupo insiste en que cualquier fuerza internacional debe estar supervisada por la ONU y coordinarse continuamente con las autoridades palestinas, además de encargarse de vigilar el alto el fuego desde las fronteras de Gaza «sin que la ocupación tenga ningún papel en ello».
Asimismo, Hamás ha enfocado su atención en la entrega de ayuda humanitaria, que según ellos sigue siendo objeto del «chantaje» y la «politización» por parte de Israel, responsable de una «catástrofe humanitaria sin precedentes» que «exige la apertura urgente de los pasos fronterizos».
Para concluir, Hamás ha hecho un llamado a la comunidad internacional y al Consejo de Seguridad de la ONU para que adopten medidas efectivas que realmente proporcionen «justicia» al pueblo palestino y su causa, como «el fin de la ocupación» y la posibilidad de determinar su propio destino como Estado.
