Este domingo, el Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) junto con otras facciones palestinas, han expresado su desacuerdo mediante un memorando sobre la propuesta de Estados Unidos de establecer una Fuerza de Estabilización Internacional en Gaza, que será sometida a votación en el Consejo de Seguridad de la ONU el próximo lunes.
En un comunicado publicado en su sitio web, las milicias han descrito la iniciativa como “un intento de imponer una tutela internacional sobre la Franja y de transmitir una visión sesgada a favor de la ocupación”. Además, han subrayado que la función asignada a la mencionada fuerza “la transforma en una entidad al servicio de la ocupación mediante la coordinación directa con ella”.
Las facciones demandan que “cualquier fuerza internacional, de establecerse, debe estar plenamente sujeta al mandato y la supervisión directa de Naciones Unidas, y operar exclusivamente en coordinación con las instituciones palestinas oficiales”. También insisten en que sus tareas deberían centrarse en “proteger a la población civil, garantizar el flujo de ayuda y separar a las fuerzas, sin convertirse en una autoridad de seguridad ni en una administración supranacional”.
Advierten que la propuesta “abre la puerta a la dominación externa de la decisión nacional palestina, al transferir la administración de Gaza y la reconstrucción a un organismo supranacional internacional con amplios poderes, privando así a los palestinos de su derecho a gestionar sus propios asuntos”.
El memorando también toca la gestión de la ayuda humanitaria, que “debe gestionarse a través de las instituciones palestinas competentes, bajo la supervisión de Naciones Unidas y los organismos internacionales pertinentes, y sobre la base del respeto a la soberanía palestina y las necesidades de la población”. Además, menciona “la instrumentalización política” de la ayuda y su uso como “instrumento de presión y chantaje bajo gestión extranjera”.
Finalmente, las facciones rechazan “cualquier cláusula relativa al desarme de Gaza o a cualquier vulneración del derecho del pueblo palestino a resistir y defenderse”. Subrayan que “cualquier debate sobre el tema de las armas debe seguir siendo un asunto interno nacional vinculado a un proceso político que garantice el fin de la ocupación, el establecimiento del Estado y el logro de la autodeterminación”.











