El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) ha declarado este miércoles que las declaraciones del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, acerca de la liberación de los rehenes en Gaza son ‘reflejan ilusiones de una derrota psicológica’ y ha subrayado que la liberación solo será posible mediante un ‘acuerdo serio’ que contemple un cese al fuego y el cese de la ofensiva en el territorio palestino.
‘Las afirmaciones de Netanyahu sobre ‘la liberación de todos los rehenes y la rendición de Hamás’ reflejan ilusiones de una derrota psicológica, no la realidad sobre el terreno’, expresó Izat al Rishq, dirigente de Hamás, según reportes del periódico palestino ‘Filastin’.
‘Después de que los líderes enemigos reconocieran su fracaso a la hora de recuperar a los prisioneros –en referencia a los rehenes– a través de operaciones militares, quedó claro que la única forma de liberarlos es a través de un acuerdo serio con la resistencia’, indicó Al Rishq.
Además, remarcó que ‘Gaza no se rendirá’ y que ‘la resistencia impondrá las condiciones, igual que impuso las ecuaciones’ con los ataques del 7 de octubre de 2023. Esto ocurre en un contexto de negociaciones indirectas entre las delegaciones de Israel y Hamás para un potencial alto el fuego, tras la ruptura del acuerdo previo por parte del Ejército israelí el 18 de marzo y la reactivación de su campaña militar.
Estas declaraciones de Al Rishq se produjeron pocas horas después de que Netanyahu reafirmara la ‘presión militar’ sobre Gaza tras un segundo encuentro el martes con el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ‘centrado en la liberación de los rehenes’. ‘No cejamos ni un momento, y esto es posible gracias a la presión militar ejercida por nuestros heroicos soldados’, afirmó Netanyahu.
La ofensiva contra Gaza, iniciada como respuesta a los ataques del 7 de octubre de 2023 –que según el Gobierno israelí resultaron en aproximadamente 1.200 muertos y cerca de 250 secuestrados–, ha causado hasta ahora la muerte de alrededor de 57.700 palestinos, según han reportado las autoridades del enclave, controladas por Hamás, aunque se teme que la cifra real sea mayor.