El Movimiento de Resistencia Islámica (Hamás) junto a otras agrupaciones palestinas han expresado este jueves su decisión de no depurar sus armas ‘hasta el fin de la ocupación’ de Israel y hasta que se concrete la formación de un Estado palestino con capital en Jerusalén. Esta postura se da como réplica a las conclusiones de la reciente conferencia de la ONU que aboga por la solución de dos Estados y solicita el desarme de estas milicias y el cese de su gobernanza en Gaza.
Declaraciones de las milicias
‘La resistencia no cesará hasta que cese la ocupación y nuestro pueblo logre sus objetivos de liberación, el retorno de los refugiados y el establecimiento de un Estado plenamente soberano e independiente con Jerusalén como su capital. El arma de la resistencia está intrínsecamente ligada a este justo proyecto nacional’, indica el comunicado conjunto firmado por Yihad Islámica y el Frente Popular para la Liberación de Palestina, entre otros.
Las milicias han reconocido que agradecen ‘cualquier esfuerzo a nivel internacional para apoyar’ a los palestinos y sus derechos, no obstante, enfatizan que ‘el camino hacia una solución comienza con el cese de la agresión’ israelí, ‘el genocidio y la política sistemática de hambruna’.
‘Detener la guerra de exterminio y hambruna contra nuestro pueblo es un deber humanitario y moral inaplazable e innegociable. Debe hacerse de inmediato, sin vincularlo a cuestiones políticas, como el derecho de nuestro pueblo a un Estado o la solución al problema de los prisioneros. El derecho a la vida de nuestro pueblo no debe verse comprometido’, han argumentado.
En este contexto, han señalado que Israel ‘es la principal fuente de terrorismo e inestabilidad en la región, y la resistencia en todas sus formas es una respuesta natural y legítima a la ocupación’. ‘Es un derecho fundamental garantizado por el Derecho Internacional (…), bajo el amparo de instituciones y organismos internacionales’, han añadido.
A pesar de la situación, han reafirmado su ‘disposición a resolver la cuestión de sus prisioneros en el contexto de un acuerdo de alto el fuego, la retirada completa’ de las fuerzas israelíes de Gaza, la apertura de los cruces fronterizos y el inicio ‘inmediato’ de la reconstrucción mediante ‘una vía política seria, con la mediación internacional y árabe, que conduzca al fin de la ocupación y el establecimiento de un Estado’ palestino.
Por último, recalcan que ‘la situación palestina es un asunto interno’ y exigen la implementación de acuerdos como la reforma de instituciones, la realización de elecciones presidenciales y legislativas, ‘sin condiciones previas’. ‘Cualquier intento de integrar la entidad israelí en la región es una recompensa al enemigo por sus crímenes y un lamentable intento de prolongar su presencia en nuestra tierra usurpada’, concluyen.











