Hamás ha expresado su descontento este lunes con los «cambios unilaterales del sistema político» implementados por la Autoridad Palestina, alegando falta de «un consenso nacional». Esta reacción se produce tras el anuncio del presidente Mahmud Abbas sobre un proceso de sucesión «en caso de vacancia», que posicionaría a su vicepresidente, Husein al Sheij, como líder interino hasta la realización de elecciones.
«Los cambios unilaterales por parte de la cúpula de la Autoridad Palestina al sistema político, violando la Ley Básica y sin consenso nacional, así como sus intentos de explotar estos cambios para beneficiar a algunas partes, han distorsionado profundamente el sistema político y complicado la posibilidad de reformarlo», declaró Hazem Qasem, portavoz de Hamás.
Qasem añadió que «Hamás continuará sus esfuerzos para reformar el sistema político en el marco de un consenso nacional», según reportó el diario ‘Filastin’. «Continuaremos nuestros esfuerzos para construir este consenso y una verdadera unidad palestina que nos permita hacer frente a desafíos sin precedentes en la historia de la causa palestina», concluyó.
Estas declaraciones suceden después de que Abbas, a sus 89 años, formalizara este procedimiento de sucesión en caso de fallecimiento, lo que dejaría a Al Sheij al frente del gobierno de Cisjordania y las negociaciones con Hamás para establecer una autoridad en la Franja de Gaza después de la ofensiva militar contra este territorio a raíz de los ataques del 7 de octubre de 2023.
En caso de vacancia, Al Sheij «asumirá temporalmente la Presidencia de la Autoridad Nacional por un período no mayor a 90 días, durante el cual se celebrarán elecciones libres y directas para elegir un nuevo presidente, de conformidad con la Ley Electoral Palestina». Sin embargo, el mandato podría extenderse por decisión del Consejo Central Palestino si no es posible celebrar elecciones «por fuerza mayor».
Las negociaciones entre Hamás y Al Fatá, partido de Abbas, han sido constantes, aunque sin alcanzar un acuerdo definitivo, especialmente debido a las tensiones y diferencias surgidas tras la ofensiva israelí contra Gaza y las condiciones impuestas sobre el rol de Hamás en el futuro gobierno palestino.
Desde 2007, Hamás gobierna la Franja de Gaza tras enfrentamientos internos posteriores a las elecciones en las que obtuvieron la victoria, lo que provocó el rechazo de Estados Unidos e Israel y aumentó las tensiones que desembocaron en un conflicto interno. Por su parte, Al Fatá ha mantenido el control de Cisjordania, pese a no haber ganado en esos comicios, perpetuando así una división administrativa y territorial. Los intentos de unificación han fracasado, dificultados por las exigencias israelíes de excluir a Hamás del futuro político de Palestina, un estado cuya creación también rechazan.
