Hong Kong afronta unas elecciones legislativas marcadas por la tragedia del incendio de Tai Po

Hong Kong celebra unas legislativas clave bajo duelo por el incendio de Tai Po, con sistema de "solo patriotas", fuerte control policial y temor a alta abstención.

Imagen de archivo de flores depositadas en recuerdo a las víctimas del incendio del complejo de rascacielos de Hong Kong. Europa Press/Contacto/Liau Chung-ren

La ciudadanía de Hong Kong está llamada este domingo a las urnas para elegir a los miembros del Consejo Legislativo en unos comicios que finalmente se mantienen en la fecha prevista, pese al clima de duelo que vive la región tras el trágico incendio registrado a finales de noviembre en un complejo de rascacielos del distrito de Tai Po.

El fuego, que se extendió con rapidez por el conjunto residencial Wang Fuk Court y ha dejado hasta el momento más de 150 fallecidos, abrió el debate sobre la conveniencia de aplazar la votación, algo permitido por la legislación hongkonesa durante un máximo de 14 días por razones de seguridad.

No obstante, el jefe del Ejecutivo de Hong Kong, John Lee, ha defendido que la elección de los miembros del Consejo Legislativo se celebrará según el calendario fijado, subrayando la relevancia de estos comicios para la región administrativa especial china, que pretende preservar la «estabilidad» y afianzar su agenda de reformas.

Analistas y observadores interpretan esta cita con las urnas como una especie de referéndum sobre la gestión del Gobierno hongkonés, sometido a un creciente descontento social y a un aumento de las críticas en un contexto de endurecimiento de las medidas de seguridad.

El modelo electoral vuelve a sustentarse en el principio de que «solo los patriotas» pueden concurrir a la votación, del mismo modo que ocurrió en las elecciones locales de 2023 con el aval del Partido Comunista de China. De esta forma, Pekín refuerza su influencia sobre la antigua colonia británica pese a las denuncias de sectores críticos y de parte de la comunidad internacional, que consideran que se están vulnerando derechos y libertades fundamentales.

Numerosas voces sostienen que este enfoque erosiona el marco de «un país, dos sistemas» con el que Pekín afirma regirse tanto en Hong Kong como en Macao. La promesa de que la región conservaría un sistema jurídico propio quedó seriamente dañada tras la oleada de protestas contra el Gobierno registrada en 2019.

«SOLO PATRIOTAS» Y SISTEMA ELECTORAL REFORZADO

Con el sistema reformado, que reduce al mínimo la presencia de la oposición en la Asamblea, únicamente los aspirantes considerados «patriotas» por las autoridades pueden presentarse a unos comicios en los que solo 20 escaños se eligen por sufragio directo, mientras que el resto de diputados son designados por distintos comités.

Aunque el Ejecutivo ha avanzado que desplegará un amplio dispositivo policial, se muestra confiado en que la jornada se desarrolle con normalidad y «de acuerdo al orden constitucional». Además, insiste en que la votación contribuirá a una «recuperación más rápida» tras la catástrofe y recalca la «responsabilidad» asumida en la investigación del incendio y en la persecución de los posibles responsables.

Lee ha adelantado igualmente la puesta en marcha de «reformas sistemáticas» tras la tragedia y ha instado a actuar «en beneficio del bien común». «Vamos a traducir todas estas lecciones dolorosas para convertirlas en acciones concretas que refuercen la seguridad en la ciudad y la reforma institucional», ha señalado. «Debemos seguir adelante antes de transformar el dolor y el duelo en fortaleza», ha añadido.

Para el Gobierno chino, la nueva arquitectura política para Hong Kong representa un retorno a la «estabilidad» y una respuesta al «caos» que atribuye a la injerencia de «fuerzas extranjeras». En contraste, activistas hongkoneses denuncian que la mayoría de disidentes se encuentran en prisión o han abandonado el territorio desde que Pekín activó una batería de medidas contra ellos.

En 2019, en plena ola de protestas contra la creciente influencia china sobre la autonomía del territorio, los candidatos prodemocracia lograron más de la mitad de los escaños gracias a una participación sin precedentes del 71 por ciento.

DESPLIEGUE POLICIAL, DETENCIONES Y BAJA PARTICIPACIÓN

Por ahora, las autoridades locales han defendido el refuerzo de la presencia policial en las calles para prevenir incidentes violentos, protestas y bloqueos. En los últimos días, varias personas han sido detenidas por llamar al boicot o por actos de vandalismo, al considerar que no se trata de una contienda electoral verdaderamente democrática.

«Las fuerzas de seguridad mostrarán una tolerancia cero frente a todos los intentos de interferir u obstaculizar las elecciones legislativas», ha advertido el inspector de Policía, Chan Man Hei. «No vamos a escatimar esfuerzos a la hora de realizar investigaciones. Haremos todo lo posible por hacer cumplir la ley para que la población pueda votar en un ambiente seguro y de forma ordenada», ha subrayado, en línea con la criminalización de la protesta asociada a la ley de seguridad nacional aprobada en 2020.

Contra todo pronóstico, los foros organizados por el Gobierno, concebidos como espacios de debate para que los candidatos interactúen con la ciudadanía, se reanudaron el miércoles, aunque los actos de campaña se han suspendido por completo en señal de duelo por las víctimas del incendio.

Aun así, se prevé que la participación registre un fuerte desplome, en coherencia con la tendencia de convocatorias anteriores: en 2012 fue del 30,2 por ciento, frente al 58,3 por ciento alcanzado en 2016.

Las autoridades han tratado de incentivar la asistencia a las urnas anunciando rutas especiales de autobús para los votantes, pero todo apunta a un elevado nivel de abstención en un clima marcado por la tragedia y la desconfianza.

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