Human Rights Watch (HRW) ha emitido una acusación grave este lunes, señalando la muerte de tres mujeres, una de ellas activista, en la cárcel de mujeres de Qarchak, en Teherán. Estas fallecimientos se deben a la falta de atención médica necesaria, una práctica que HRW atribuye a una política persistente de las autoridades iraníes.
“Las cárceles en Irán, especialmente Qarchak, se han convertido en lugares de tormento y muerte donde la dignidad y los derechos fundamentales de los presos son sistemáticamente ignorados”, declaró Michael Page, subdirector para Oriente Medio de Human Rights Watch.
Michael Page también comentó que “durante décadas, las autoridades no solo no han logrado mejorar las condiciones, sino que han utilizado deliberadamente la negación incluso de los derechos más básicos, como el acceso a la atención médica, como herramienta de represión y castigo contra los presos”.
HRW destacó las muertes de Soudabeh Asadi, Jamile Azizi y la activista política de 42 años, Somayeh Rashidi, siendo esta última la reciente fallecida el 25 de septiembre, tras ser trasladada tardíamente al hospital Mofatteh en Varamin después de sufrir una convulsión en prisión.
El informe de HRW indica que tanto Rashidi como las otras dos mujeres fallecieron debido a la tardanza en su hospitalización, lamentando además que las autoridades penitenciarias acusaran a Rashidi de simular su enfermedad y que, tras su muerte, la justicia iraní justificara que había recibido el tratamiento adecuado, a pesar de sus antecedentes de consumo de drogas y trastornos neurológicos.
La situación en las prisiones de Qarchak y Evin es alarmante, con numerosas reclusas enfermas, incluyendo a las activistas kurdas Warisha Moradi y Zeynab Jalalian, a quienes también se les niega atención médica, según HRW.
La organización criticó la falta de investigación “sistemática” de las muertes en prisión por parte de Irán, que a menudo niega las acusaciones de negligencia médica y atribuye las muertes a ‘suicidios’ o abusos de sustancias.
Finalmente, HRW ha llamado a las autoridades iraníes a proporcionar ‘de inmediato atención médica oportuna y adecuada, incluyendo tratamiento especializado fuera de las cárceles, a todos los presos’, y ha urgido a la comunidad internacional a ‘ejercer una presión inquebrantable sobre las autoridades iraníes para que aborden las terribles condiciones que padecen los presos en todo el país, incluido Qarchak, y garanticen una atención médica adecuada para todos los detenidos’.