La organización internacional Human Rights Watch (HRW) ha emitido críticas hacia el Gobierno de Jordania por realizar desplazamientos forzados de la comunidad beduina en las inmediaciones del sitio arqueológico de Petra, reconocido como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, para potenciar el turismo usando métodos como interrupciones en el suministro de agua y arrestos sin justificación, entre otras acciones ‘coercitivas’.
‘El desplazamiento de los beduinos de sus hogares históricos en Petra por parte de Jordania pone en peligro su cultura’, expresó Adam Coogle, subdirector para Oriente Próximo y Norte de África de HRW, en un comunicado reciente.
Según testimonios recogidos por HRW, las autoridades jordanas aplican diversas ‘tácticas’ para presionar a las familias, muchas de las cuales residen en cuevas y tiendas en la montaña de Stooh al-Nabi Harun, con el objetivo de que abandonen el área, habitada por ellos desde los inicios del siglo XIX de acuerdo con estudios etnohistóricos.
HRW también ha señalado el fracaso del Gobierno jordano en ofrecer alternativas habitacionales adecuadas a los beduinos desplazados y la falta de consultas con sus representantes sobre los impactos de estos cambios en sus tierras, producción, seguridad alimentaria, cultura y educación.
Un residente ha lamentado que, por estas políticas gubernamentales, ahora tienen que desplazarse a Um Sayhun, a más de tres kilómetros, para obtener agua. ‘Enviamos a los niños en burros a traer garrafas del arroyo donde los restaurantes tiran sus desechos’, ha declarado.
HRW indicó que estos desalojos a áreas aisladas sin transporte ni servicios básicos, que además son inadecuados para la ganadería o la agricultura, comenzaron a finales de 2024 y han afectado a aproximadamente 25 familias.
‘Jordania no puede pretender proteger el patrimonio vivo de Petra mientras margina a la misma comunidad que lo representa’, afirmó Coogle, instando al Gobierno a ‘trabajar junto con la UNESCO para defender los derechos de los beduinos y garantizar su plena participación’ en el futuro de Petra.
Además, se ha solicitado al Gobierno y a entidades de la ONU y otros actores relevantes que reconozcan formalmente a los beduinos como pueblo indígena según la Declaración de Naciones Unidas sobre los Derechos de los Pueblos Indígenas.
Petra, oculta tras una barrera de montañas y catalogada como una de las nuevas siete maravillas del mundo, fue añadida a la lista de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1985. Las comunidades beduinas residen en las áreas circundantes de Petra y Wadi Rum.