Este viernes, la organización Human Rights Watch (HRW) ha emitido una crítica severa contra las condiciones en las que se mantienen los migrantes detenidos en la prisión de Guantánamo, Cuba. HRW ha pedido al gobierno de Estados Unidos que detenga de inmediato el envío de detenidos a estas instalaciones y cumpla con el Derecho Internacional de los Derechos Humanos, que prohíbe la detención arbitraria, la tortura y otros malos tratos.
Estados Unidos debe detener de inmediato cualquier traslado de inmigrantes detenidos a la base naval de la bahía de Guantánamo, en Cuba, donde se enfrentan a condiciones de detención abusivas e inhumanas que podrían constituir malos tratos, declaró HRW en un comunicado tras hablar con unos veinte venezolanos que fueron llevados a la instalación a principios de año y luego deportados a Venezuela después de estar detenidos entre once y 16 días.
HRW informó que los migrantes entrevistados estuvieron incomunicados y sujetos a condiciones aberrantes, según Juanita Goebertus, directora de HRW para las Américas. Goebertus enfatizó que ningún inmigrante o solicitante de asilo que abandone su país en busca de protección debería ser llevado a un lugar como Guantánamo.
Las condiciones de detención incluyen el aislamiento en celdas de alta seguridad, donde los prisioneros pasan aproximadamente 23 horas al día solos, con permisos limitados para salir a un patio de recreo cercado. Además, no se permite la comunicación entre los reclusos y las celdas, de apenas dos por tres metros, tienen paredes de concreto y acero, y cuentan solo con una cama de concreto y una combinación de lavabo-retrete.
Uno de los detenidos, un hombre de 35 años, compartió que lo peor fue el encierro, (estar) aislados, sin saber qué iba a pasar con nuestras vidas. Además, destacó que la alimentación es insuficiente y de baja calidad, y las condiciones de salubridad de las celdas y la atención médica son deficientes.
Goebertus advirtió que las condiciones inhumanas de detención, el aislamiento, combinados con la denegación de información y la incertidumbre sobre su situación legal y su futuro, pueden constituir malos tratos prohibidos por el Derecho Internacional. Afirmó que todas las personas bajo detención migratoria deben ser tratadas con humanidad básica, incluyendo el derecho a un contacto humano significativo, lo que no es un privilegio, sino un derecho fundamental.
















