Human Rights Watch (HRW) ha solicitado a las autoridades libanesas la excarcelación «inmediata» de Hannibal Gadafi, hijo del ex líder libio Muamar Gadafi, quien se encuentra en prisión preventiva desde hace diez años en Líbano, situación que la organización califica de «arbitraria, ilegal e injusta».
«El caso de Gadafi es un ejemplo de un sistema judicial fracturado, carente de independencia y susceptible a la interferencia política de las facciones poderosas del Líbano. Las autoridades libanesas deberían poner fin a la detención de Gadafi, que dura casi una década, y liberarlo de inmediato», declaró Ramzi Kaiss, investigador de HRW sobre Líbano, en un comunicado donde también criticó las «pésimas» condiciones de detención.
La organización realizó estas declaraciones tras la visita de uno de sus investigadores a Gadafi el pasado 12 de agosto en la sede de la Dirección General de las Fuerzas de Seguridad Interna en Beirut. El reo describió su celda como una habitación subterránea sin ventanas, aunque ventilada.
En dicho encuentro, Gadafi reveló que sufre de «debilidad sistémica debido a la desnutrición y la deficiencia de vitaminas» y problemas de salud mental por su prolongado aislamiento. Asimismo, denunció que las visitas familiares están «severamente restringidas» y son «con frecuencia denegadas, retradadas durante días o ignoradas sin justificación».
Gadafi, recordado por un incidente de abuso en un hotel de Ginebra, fue capturado en 2015 en Siria por militantes, y trasladado a Líbano por su presunta implicación en la desaparición en 1978 del líder chií libanés, el imán Musa Sadr. Antes de ser detenido, vivía en Siria con su familia tras escapar de Libia en 2011 durante la revuelta contra el gobierno de su padre.