Este miércoles, la organización Human Rights Watch (HRW) ha revelado que China ha deportado forzosamente a 406 ciudadanos de Corea del Norte desde 2024, a pesar de ser conscientes del “grave riesgo de persecución y malos tratos” que estos enfrentan. HRW ha urgido a las autoridades chinas a suspender estas acciones y demandar a Corea del Norte el cese de sus “condiciones opresivas”.
“Las autoridades chinas están enviando a cientos de norcoreanos a una situación donde saben que serán severamente perseguidos”, sostuvo la jefa de investigación en Corea del Sur de HRW, Lina Yoon, mediante un comunicado. Ella instó a que se permita “de inmediato que la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) acceda a todas las personas en riesgo de retorno forzoso a Corea del Norte”, así como a “dejar de repatriar a la fuerza a norcoreanos”.
El informe de HRW se basa en datos proporcionados por “Stephen Kim, seudónimo de una persona con amplios contactos en Corea del Norte y China”, cuya información la organización ha considerado fiable durante mucho tiempo. Entre los casos verificados por HRW se encuentra el de 108 trabajadores norcoreanos repatriados forzosamente desde la ciudad de Helong, en la provincia de Jilin, tras una protesta violenta por impagos salariales, quienes fueron enviados a prisiones políticas al volver a su país.
Además, HRW documentó el caso de “212 mujeres norcoreanas víctimas de trata detenidas” en diferentes ciudades chinas y el de “cinco mujeres viviendo en matrimonios forzados” en las provincias de Jilin y Heilongjiang. Respecto a las 22 mujeres detenidas en Mongolia Interior, 20 fueron devueltas mientras que dos, embarazadas y víctimas de matrimonios forzados, fueron enviadas a los hogares de los hombres chinos a quienes fueron vendidas.
Según HRW, las mujeres que quedan embarazadas bajo condiciones coercitivas por parte de hombres chinos enfrentan un trato especialmente duro al regresar a Corea del Norte. La ONG también ha criticado que China cataloga a los norcoreanos indocumentados como “migrantes económicos” ilegales y los repatria basándose en un protocolo fronterizo de 1986. La “creciente represión bajo el presidente chino, Xi Jinping”, ha intensificado estas repatriaciones forzosas, exponiendo a los norcoreanos a “alto riesgo de tortura, encarcelamiento injusto, violencia sexual, trabajo forzado y posible ejecución, en violación del Derecho Internacional de los Derechos Humanos”, denuncia HRW.
Finalmente, la directora regional de HRW ha pedido que China “exija a Pyongyang que ponga fin a las condiciones opresivas que obligan a la gente a huir de Corea del Norte” y que los gobiernos globales “presionen a Corea del Norte para que permita la libre salida de la gente”, ofreciendo apoyo continuo a las organizaciones que protegen a los fugitivos del régimen.