La fiscal de París, Laure Beccuau, reveló el miércoles que los individuos arrestados en relación con el hurto de ocho joyas en el Museo del Louvre han “admitido parcialmente su participación” en el incidente ocurrido hace diez días, y todavía no se han hallado los objetos sustraídos.
Beccuau ha solicitado la detención preventiva de los dos sospechosos, quienes tras ser retenidos durante 96 horas, ahora enfrentan la posible imputación de cargos por robo organizado y asociación ilícita. Las penas podrían alcanzar hasta 15 años de prisión y una multa significativa por el primer delito, y hasta diez años por el segundo.
La fiscal ha preferido no revelar “más detalles sobre la información” que poseen debido a que no todos los implicados han sido capturados. “La investigación sigue en curso y hay muchos aspectos aún por investigar”, afirmó, aludiendo a la confidencialidad del caso frente a los aún fugitivos.
Además, Beccuau mencionó que no se descarta que el grupo criminal conste de más de cuatro miembros, aunque las cámaras solo captaron a cuatro cerca del museo. Las joyas robadas “siguen desaparecidas” y confirmó que “todavía no están en nuestro poder”, como se declaró en una rueda de prensa. También negó cualquier “complicidad dentro del museo” entre los ladrones y el personal, según las pruebas actuales.
El incidente del robo ocurrió el domingo 19 de octubre, justo tras la apertura del museo, y provocó la evacuación de todos los visitantes. El Louvre cerró ese día y el siguiente, aunque el martes es su día habitual de cierre, reabriendo el miércoles.
















