Un tribunal paquistaní ha impuesto este sábado una nueva pena de 17 años de cárcel al ex primer ministro de Pakistán, Imran Jan, y a su esposa Bushra Bibi por otro de los casos de corrupción que tenía pendientes, en un episodio más de lo que el antiguo jefe de Gobierno y principal líder opositor del país viene denunciando desde hace años como una persecución política.
El procedimiento se refiere al conocido como caso Toshakhana-2. Según el escrito de acusación de la Fiscalía, el ex primer ministro se habría quedado por un precio simbólico con un conjunto de joyas que le entregó en 2021 el príncipe heredero de Arabia Saudí. Las piezas estaban tasadas en 760.000 euros, pero Jan solo abonó 25.000 para justificar su apropiación, de acuerdo con la versión de los fiscales.
Desde su detención definitiva en 2023, Jan acumula ya cuatro condenas firmes: diez años de prisión por la filtración de secretos de Estado, 14 años de cárcel por el caso Toshakhana-1, siete años de prisión junto a su esposa por vulnerar la ley islámica en materia matrimonial y otros 14 años de cárcel por el caso Al Qadir, relacionado con una estafa a la Agencia Nacional contra el Crimen.
El Movimiento por la Justicia de Pakistán, la formación política de Jan, ha rechazado, como era previsible, el nuevo fallo a través de su cuenta en X, donde lo ha calificado de decisión de un “tribunal de marionetas” tras un juicio “a puerta cerrada, de hecho militar, que no ha sido ni libre ni justo”, y ha denunciado además que la familia de Jan no tuvo acceso a las vistas.
El partido ha vuelto a señalar al actual primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, como responsable directo de la situación de su líder. Jan mantiene una enemistad política irreconciliable con el hermano de Sharif y también ex primer ministro del país, Nawaz Sharif.