Este sábado se ha celebrado la apertura de la 39ª edición de la Feria Internacional del Libro (FIL) de Guadalajara, México, donde se ha exaltado el significado y la influencia del libro en la sociedad moderna. El evento ha sido el escenario para otorgar a Amin Maalouf el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances, destacando a Barcelona como la invitada de honor.
Jaume Collboni, alcalde de Barcelona, ha destacado la similitud entre su ciudad y Guadalajara, describiéndolas como urbes de libros y rosas, y ha enfatizado el compromiso de Barcelona con el mundo literario en una era digital. “El cementerio de los libros perdidos siempre estará en Barcelona”, afirmó Collboni, haciendo alusión a la famosa novela de Carlos Ruiz Zafón, y subrayó que Barcelona quiere permanecer como un núcleo crucial de la publicación en idiomas castellano y catalán.
Por su parte, el gobernador de Jalisco, Pablo Lemus Navarro, ha inaugurado oficialmente la FIL, resaltando la relevancia de la educación y calificando a Barcelona como un “pilar cultural”. Marcelo Ebrard Causabón, secretario de Economía de México, ha transmitido el saludo de la presidenta Claudia Sheinbaum a la feria, remarcando su carácter de “gran evento cultural de libertad”.
Karla Alejandrina Planter Pérez, rectora general de la Universidad de Guadalajara y organizadora de la FIL, ha descrito la feria como un “espacio plural” y ha reafirmado la importancia de la escritura y la lectura en la sociedad contemporánea. “Leer es un acto cívico de primer orden”, declaró.
“Los libros no gritan, conversan”, expresó José Trinidad Padilla López, presidente de la FIL, quien defendió el libro como el último bastión de la cultura libre. Asimismo, destacó a Barcelona por su rica tradición literaria y su sistema de bibliotecas. Marisol Schulz, directora de la FIL, elogió la participación de Barcelona con su amplia oferta cultural, desde la literatura hasta la gastronomía.
El evento inaugural contó con la presencia de dos premios Nobel: Rigoberta Menchú, ganadora del Nobel de la Paz en 1992, y Venkatraman Ramakrishan, laureado con el Nobel de Química en 2009.