Un incidente en la ciudad de Bengasi, que involucró a varios ministros europeos del Interior y a Magnus Brunner, comisario de Interior y Migración, fue atribuido por la Comisión Europea a un problema de protocolo. Las autoridades locales declararon a los visitantes ‘persona non grata’ acusándolos de menospreciar la soberanía nacional, mientras que la Comisión asegura que continuarán los diálogos tanto en el este como en el oeste de Libia.
Durante una conferencia de prensa en Bruselas, el portavoz Markus Lammert evitó detallar los motivos específicos por los cuales los líderes libios cancelaron la reunión, mencionando simplemente un problema de protocolo que impidió los encuentros en Bengasi.
Lammert destacó la importancia de la misión, dada la creciente cantidad de llegadas irregulares desde Libia, y confirmó que en Trípoli se llevaron a cabo conversaciones productivas con el gobierno, pero las planeadas en Bengasi no se realizaron como se esperaba.
Aunque no se confirmó si la delegación fue expulsada, fuentes del este de Libia indicaron que los políticos europeos fueron instados a abandonar el territorio libio de inmediato por incumplir las normas locales. La Unión Europea, según Lammert, mantendrá el contacto con todas las partes libias para manejar la delicada situación política y de seguridad.
Osama Hamad, primer ministro de la administración paralela en el este de Libia, reiteró que la declaración de ‘persona non grata’ se debió a una flagrante contravención de las normas diplomáticas. Por su parte, la Comisión Europea reafirmó su cooperación con el gobierno de unidad nacional, reconocido internacionalmente.











