El domingo pasado, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) ejecutaron una operación nocturna en la que dos batallones avanzaron ’38 kilómetros en territorio sirio’ con el objetivo de incautar ‘más de 300 armas diferentes’ localizadas en un depósito que presumiblemente pertenecía al régimen de Bashar al Assad, según informaron en su página web.
‘En plena noche, dos batallones de la 810.ª División de Montaña llevaron a cabo una misión crucial, adentrándose 38 kilómetros en Siria’, detallaron las FDI, aclarando que la operación se realizó ‘mucho más allá de la zona de amortiguamiento, en un antiguo puesto de comando del régimen de Asad, al este de Damasco’.
El propósito de la maniobra militar era ‘vaciar un puesto avanzado del antiguo régimen sirio de armas que podrían terminar en manos inadecuadas’. ‘Creo que solo nos dimos cuenta de la magnitud del suceso en retrospectiva’, declaró un teniente coronel conocido como ‘G.’, quien supervisó una de las unidades. ‘Había unos 50 edificios en dos sitios relativamente próximos’, agregó, después de confirmar que ‘sabíamos de antemano que estaba vacío’.
Por otro lado, el Observatorio Sirio de Derechos Humanos reportó una incursión israelí que incluyó diez vehículos militares cerca de la aldea de Ain Ziwan, en la región rural de Quneitra, cercana a los Altos del Golán. Tras el despliegue, las tropas israelíes comenzaron a inspeccionar la ciudad suroccidental de Saysoun, registrando varias viviendas en busca de armas y estableciendo un control de seguridad para revisar a vehículos y peatones.
Los Altos del Golán, un área estratégica obtenida por Israel durante la Guerra de los Seis Días en 1967, se mantienen como una ‘línea roja’ para Israel en cualquier futura negociación con Damasco, como afirmó Gideon Saar, ministro de Exteriores israelí. Mientras tanto, Israel ha aprovechado la inestabilidad en Siria para fortalecer su posición en la región.