El último informe de la Comisión Nacional sobre los Derechos Humanos de Kenia (KNCHR) revela que las manifestaciones antigubernamentales del 7 de julio, conocidas como el Día de Saba Saba, han resultado en al menos 38 muertos y 130 heridos debido a la intervención policial.
Según el balance emitido en su sitio web el viernes por la noche, la KNCHR, un organismo independiente respaldado por la constitución, ha confirmado que las personas heridas están siendo tratadas tanto en sus hogares como en hospitales a lo largo del país.
La KNCHR ha identificado entre las víctimas a dos niños, destacando que la mayoría de los fallecidos eran menores de 25 años. Incluye el caso de una niña de 12 años que murió por un disparo mientras estaba en su casa en Kiambu, mirando televisión.
Esta entidad ha expresado una fuerte condena hacia las violaciones de Derechos Humanos ocurridas y ha solicitado que se responsabilice a los implicados en estos eventos, que han suscitado una ‘profunda preocupación’ por parte de las Naciones Unidas, quienes también han señalado los daños materiales y los 52 oficiales de policía lesionados.
Además, la Comisión ha criticado que algunas familias están siendo forzadas a pagar por las autopsias de sus fallecidos, a pesar de que el Gobierno había anunciado que serían gratuitas. ‘La Comisión exige que el Ministerio de Salud condone de inmediato e incondicionalmente todos los gastos médicos en que incurrieron las víctimas de las manifestaciones de Saba Saba, tal como lo indicó anteriormente el Gobierno’, concluye el comunicado.
















