La Oficina de Prevención e Investigación de Accidentes Aéreos y Ferroviarios de Portugal (GPIAAF) ha confirmado que la rotura del cable que conectaba las dos cabinas del funicular de Gloria en Lisboa, esencial para su funcionamiento mediante un sistema de contrapeso, ocurrió en el extremo superior del trayecto. Este hallazgo proviene del primer informe que investiga las causas del descarrilamiento que resultó en la muerte de 16 personas y dejó heridas a más de 20 este miércoles en la capital portuguesa.
Además, se ha determinado que el cable restante y otros componentes del funicular no mostraron ‘anomalías significativas aparentes’. El cable, formado por seis haces de 36 alambres de acero, había sido instalado hace seis años.
Durante una inspección realizada antes del accidente, que tuvo una duración de aproximadamente 30 minutos, se indicó que el cable debía ser reemplazado dentro de un periodo de 263 días. La gestión y el mantenimiento del funicular estaban en manos de una empresa privada, responsable también de la instalación del sistema de cables.
El informe preliminar concluyó que se activaron los frenos –aunque aún se necesitan realizar más verificaciones–, pero estos resultaron insuficientes para detener las cabinas una vez que se perdió el equilibrio proporcionado por el cable. ‘Los frenos existentes no constituyen un sistema redundante en caso de fallo del cable de conexión’, afirmaron las autoridades portuguesas en un comunicado.
La oficina ha señalado que aún ‘no se pueden extraer conclusiones válidas’ de las investigaciones preliminares y anticipan la publicación de un informe final dentro de 45 días. Nelson Oliveira, director de la oficina, ha indicado que el documento final resumirá las investigaciones y conclusiones obtenidas hasta la fecha.
La Policía Judicial de Portugal confirmó las nacionalidades de las 16 víctimas mortales, incluyendo individuos de ocho distintos países. La tragedia afectó a cinco ciudadanos portugueses, tres del Reino Unido, dos de Corea del Sur, dos de Canadá, uno de Suiza, uno de Ucrania, uno de los Estados Unidos y uno de Francia, de acuerdo con un comunicado de la agencia de noticias Lusa.
















