Dos miembros de la organización Palestine Action han tenido que ser trasladados a un hospital tras superar los 40 días en huelga de hambre, una protesta con la que denuncian las condiciones de su encarcelamiento en varias prisiones de Reino Unido.
Se trata de Kamran Ahmed, de 28 años, y de Amy Gardiner-Gibson, conocida como “Amu Gib”, de 30 años, que acumulan 44 y 50 días respectivamente sin ingerir alimentos.
Ahmed, recluido en la prisión de Petonville, en Londres, fue derivado a un centro médico este sábado, tal y como ha explicado su hermana, Shahmina Alam, a la cadena panárabe Al Yazira. A su vez, el colectivo Prisioneros por Palestina ha informado de que Gardiner-Gibson fue hospitalizada el viernes desde la cárcel de Bronzefield, en Surrey.
Este domingo se ha difundido una entrevista con Ahmed en “The Daily Telegraph” en la que afirma que “merece la pena” morir si con ello se consigue “rebajar la opresión en el extranjero”.
“Sí. Tengo miedo de morir. Sí. Creo que esto podría tener secuelas para el resto de mi vida, pero veo riesgo beneficio y creo que merece la pena”, declaró por teléfono al periódico desde su celda en la prisión HMP Pentonville, donde permanece desde hace trece meses.
A estos dos activistas se suma Qesser Zuhrah, de 20 años, que fue ingresada en un hospital la semana pasada tras alcanzar los 50 días de ayuno después de su detención bajo la legislación antiterrorista.
Los tres forman parte de un grupo de seis detenidos que mantienen la protesta en cinco prisiones británicas y afrontan cargos por robo, daños criminales y desorden violento.
Con esta huelga de hambre, iniciada para denunciar las restricciones a la correspondencia, las llamadas telefónicas y las visitas, exigen el cierre de todas las compañías del sector militar con vínculos con Israel, la revocación de la ilegalización de Palestine Action y la concesión de libertad bajo fianza para los encausados.
La campaña se considera la mayor huelga de hambre coordinada en cárceles del Reino Unido desde la protagonizada por presos del Ejército Republicano Irlandés (IRA) en 1981.
Los representantes legales de los activistas han solicitado una reunión con el ministro de Justicia, David Lammy, alertando de que la vida de sus defendidos corre un grave riesgo. El Ejecutivo, no obstante, se niega a recibirlos y sostiene que se están aplicando todos los protocolos previstos.
Palestine Action fue declarada ilegal el pasado 5 de julio. En octubre, el Tribunal de Apelaciones de Reino Unido aceptó a trámite un recurso presentado por la activista propalestina y cofundadora de la ONG, Huda Ammori, contra la decisión de la exministra del Interior Yvette Cooper de prohibir al grupo.
A finales de julio, el Alto Comisionado de la ONU para los Derechos Humanos, Volker Turk, reclamó al Gobierno británico que anulara la ilegalización de la organización, al considerar que supone un abuso de una ya de por sí amplia ley antiterrorista aprobada en el año 2000.