La directora de Inteligencia Nacional de Estados Unidos, Tulsi Gabbard, ha manifestado este viernes que más de 2.000 afganos que residen actualmente en el país mantienen conexiones con organizaciones terroristas. Sus declaraciones llegan en pleno proceso de revisión del estatus migratorio ordenado por la Casa Blanca para los aproximadamente 190.000 afganos evacuados en 2021, durante la retirada de las tropas estadounidenses del país centroasiático, en el marco de la operación “Bienvenidos, Aliados” impulsada por la anterior Administración de Joe Biden.
Durante años, los críticos con la salida de Afganistán han denunciado que la retirada supuso una humillación atribuida a las políticas fallidas de Biden. En este contexto, su sucesor, Donald Trump, ha ordenado a las agencias federales que vuelvan a examinar los antecedentes de los afganos que fueron trasladados a Estados Unidos, entre ellos numerosos colaboradores de las fuerzas internacionales que abandonaron el país junto a sus familias por temor a represalias del régimen talibán, de nuevo instalado en el poder.
Uno de los episodios que influyó en la decisión de Trump fue el tiroteo registrado a finales de noviembre, en el que un hombre de origen afgano mató a una miembro de la Guardia Nacional e hirió gravemente a otro militar. El presunto autor, identificado como Rahmanulá Lakanwal, de 29 años, había trabajado con las autoridades estadounidenses antes de ser evacuado dentro de la operación organizada por el Gobierno de Biden.
Según explicaron fuentes de seguridad a la cadena CNN, Lakanwal solicitó asilo en 2024 y le fue concedido al año siguiente bajo la Administración Trump, después de someterse a un control de seguridad que, de acuerdo con estas fuentes, no detectó antecedentes penales ni vínculos con grupos extremistas.
En cualquier caso, Gabbard ha indicado este viernes a Fox News que los servicios de Inteligencia del país ya han iniciado un nuevo escrutinio “para investigar a todos y cada uno de estos individuos”, tras apuntar la existencia de lazos entre unos 2.000 evacuados y organizaciones terroristas como Al Qaeda o la rama afgana de Estado Islámico, Estado Islámico Provincia de Jorasán.
Gabbard sostiene que estos afganos están difundiendo “la ideología radical islamista” dentro de Estados Unidos y ha justificado la necesidad de esta nueva revisión para frenar lo que considera “la mayor amenaza a corto y largo plazo no solo para la seguridad del pueblo estadounidense sino también para las libertades fundamentales que existen dentro de la Constitución del país y de la civilización occidental”.
