En las primeras horas del sábado, la defensa antiaérea del ejército ruso logró interceptar aproximadamente 90 drones operados por las fuerzas militares de Ucrania, distribuidos en varias regiones, siendo el mar Negro el área con mayor actividad, tal como lo indicaron fuentes rusas.
‘Durante la noche de ayer, desde las 21.00 hora de Moscú del 29 de agosto hasta las 07.00 hora de Moscú del 30 de agosto, los sistemas de defensa aérea en servicio interceptaron y destruyeron 86 vehículos aéreos no tripulados de tipo aeronáutico ucranianos’, comunicó el Ministerio de Defensa ruso a través de un mensaje en Telegram al inicio del día.
De estos, 30 drones fueron neutralizados sobre el mar Negro, mientras que otros 15 fueron interceptados sobre Crimea, 13 en la región de Rostov, 11 en Krasnodar Krai, 5 en Briansk y 4 en Bélgorod. Adicionalmente, dos drones fueron derribados en cada una de las regiones de Smolensk, Kaluga y Tver, y uno en Tula y otro en Kursk.
Estos sucesos ocurren en un contexto de creciente tensión, tras las acusaciones del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, sobre la acumulación de 100.000 soldados rusos cerca de Pokrovsk (Donetsk), crucial para la logística del despliegue militar ucraniano en el este, dentro de la invasión comenzada el 24 de febrero de 2022.
En consecuencia, la atención internacional se centra en Vladimir Putin, a quien se le reprocha la falta de interés por negociar un cese al enfrentamiento bélico. ‘Está ya claro que Putin elige la guerra en lugar de la paz’, declaró António Costa, presidente del Consejo Europeo, en referencia a los ‘ataques brutales’ recientes sobre Ucrania.