Este domingo, las autoridades británicas han iniciado las indagaciones sobre un incendio que se produjo anoche en una mezquita ubicada en Sussex, al sur de Inglaterra, tratándolo como un posible delito de odio religioso.
Este suceso ocurre justo después del reciente ataque a una sinagoga en Mánchester, donde resultaron fallecidas dos personas, incluido un agresor de origen sirio abatido por disparos de la policía durante el intento de detención.
Los bomberos recibieron alertas sobre el fuego aproximadamente a las 21:50 del sábado, el cual provocó daños en la entrada principal del edificio y en un coche estacionado en las cercanías.
La superintendente Karrie Bohanna, de la Policía de Sussex, ha solicitado la colaboración ciudadana para recabar información sobre el incidente, que afortunadamente no dejó víctimas mortales.
“Ya se ha reforzado la vigilancia policial en la zona y se están efectuando patrullas adicionales para asegurar la tranquilidad en otros lugares de culto del condado”, confirmó Bohanna. Además, subrayó que «la Policía de Sussex adopta una política de tolerancia cero ante los delitos de odio y no hay lugar para el odio en todo el condado».