El gobierno de Estados Unidos ha iniciado investigaciones sobre los antiguos directores del FBI y la CIA, James Comey y John Brennan, quienes fueron destituidos por el presidente Donald Trump durante su primer término presidencial entre 2017 y 2021. Hasta el momento, los detalles específicos sobre las razones detrás de estas indagaciones no han sido revelados.
Un representante del Departamento de Justicia de EE.UU. confirmó la existencia de una ‘investigación penal’ dirigida a Comey y Brennan, aunque enfatizó que el departamento no realiza comentarios sobre investigaciones en curso. Esta confirmación llega después de que Fox News reportara sobre la nueva investigación relacionada con su participación en la indagación contra Trump por presunta colusión con Rusia durante su mandato.
De acuerdo con ‘The Washington Post’, el actual director de la CIA, John Ratcliffe, solicitó al FBI la semana pasada que investigara a Brennan por posibles falsedades durante un testimonio ante el Congreso. Por otro lado, la naturaleza de la investigación sobre Comey sigue sin esclarecerse, y él no ha hecho declaraciones al respecto.
La semana anterior, Ratcliffe presentó una revisión interna crítica con el manejo que hizo Brennan en 2017 de un informe de inteligencia. Este informe concluyó que Vladimir Putin intentó favorecer a Trump en su competencia contra la candidata demócrata Hillary Clinton en las elecciones de 2016, acusaciones que Trump ha negado repetidamente.
Según Ratcliffe, varios agentes de la CIA estaban en contra de incluir el ‘Dosier Steele’ en el archivo, el cual contenía afirmaciones sobre Trump recopiladas por un exagente de inteligencia británico. A pesar de esto, ‘Brennan mostró una preferencia por la consistencia de la narrativa frente a la firmeza analítica’ y decidió incluirlo, aunque en 2023 afirmó ante el Congreso que no creía que debiera ser integrado en el archivo.
Brennan, ahora colaborador en MSNBC, comentó que ‘es difícil creer que ocho años después (de las elecciones presidenciales de 2016) se siga en un terreno que ha sido ya trabajado de forma exhaustiva’ y añadió que hasta ahora no ha sido contactado por el Departamento de Justicia o la CIA acerca de esta investigación en su contra. ‘Creo que este es, lamentablemente, un ejemplo muy triste y trágico de la continua politización de la comunidad de Inteligencia, del proceso de seguridad nacional’, declaró. ‘Estoy impactado por el hecho de que haya personas dispuestas a sacrificar su reputación, su credibilidad y su decencia para seguir haciendo lo que Trump quiere, en algo que claramente tiene una motivación política’, destacó.
En el caso de Comey, aunque no fue mencionado en el documento de Ratcliffe, altos funcionarios de la administración Trump en mayo afirmaron que había una investigación abierta en su contra por una fotografía en sus redes sociales que mostraba varias conchas marinas y los números ’86 47′, interpretados por algunos como una amenaza de muerte contra Trump, dado que él es el 47º presidente de Estados Unidos y el número 86 se usa coloquialmente para referirse a prohibir, apartar o incluso matar a alguien.
Trump comentó recientemente que Comey y Brennan son ‘personas muy deshonestas’. ‘Creo que son absolutamente corruptas y quizá tengan que pagar un precio por ello. Creo que son gente realmente mala y deshonesta, así que, que pase lo que tenga que pasar’, señaló. Por su parte, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, criticó duramente a ambos, indicando que ‘se revolvieron contra la Constitución y el país’. ‘Estoy segura, de hecho, de que mintieron ante el Congreso y depende del Departamento de Justicia investigarlos y procesarlos si lo hicieron’, afirmó. ‘Lo que hemos visto es corrupción al más alto nivel contra Trump’, agregó Leavitt. ‘El Estado profundo lanzó todo contra él para impedir que regresara a esta gran y bella Casa Blanca. Prevaleció y la verdad tiene que salir a flote. Esta Administración está totalmente comprometida con la transparencia, la justicia y la rendición de cuentas y en este país debe haber Estado de derecho. No es posible ser una nación sin ley y orden’, concluyó, mostrándose ‘contenta’ por la apertura de estas investigaciones.
















