La Alta Comisión Electoral Independiente de Irak ha enviado invitaciones a más de 90 grupos internacionales, incluyendo un equipo de la Unión Europea, para que observen las elecciones legislativas del 11 de noviembre, que son cruciales para el futuro político del país.
“Se han extendido invitaciones a 90 entidades árabes y extranjeras, incluyendo embajadas, consulados y organizaciones interesadas en asuntos electorales, con el objetivo de participar en la supervisión del proceso electoral”, ha explicado el portavoz dela comisión, Al Hasan Qabas, a la agencia kurda-iraquí Rudaw.
La alta representante de la UE para Asuntos Exteriores, Kaja Kallas, confirmó el mes pasado que Bruselas había aceptado la invitación extendida por las autoridades electorales iraquíes.
Este pasado sábado, el primer ministro de Irak, Mohammed Shia al Sudani, ha mantenido conversaciones sobre los preparativos electorales con el jefe de la Misión de Asistencia de Naciones Unidas para el país, Mohamed al Hassan.
“La reunión incluyó una revisión de la cooperación general entre Irak y los programas de la ONU que operan en el país, así como de los esfuerzos del gobierno, a través de sus instituciones ejecutivas, para completar los preparativos necesarios para las próximas elecciones parlamentarias”, según un comunicado emitido por la oficina de Sudani el sábado por la noche.
La campaña electoral concluirá el 8 de noviembre y, 24 horas después, comenzará el voto anticipado para las fuerzas de seguridad. Las elecciones arrancarán el 11 de noviembre, con una significativa atención internacional, especialmente de Estados Unidos, centrada en el rendimiento de los grupos chiíes cercanos a Irán, reunidos en la coalición Marco de Coordinación Chií, que incluye a más de una decena de movimientos.
Un notable ausente será el influyente clérigo chií Muqtada al Sadr, quien anunció en marzo su decisión de boicotear las elecciones en protesta por la corrupción generalizada en la política iraquí y su continuo enfrentamiento con el Marco de Coordinación que le impidió asumir el poder en 2021, cuando su bloque saderista se convirtió en la fuerza más votada: obtuvo 73 de los 329 escaños parlamentarios que acabó dejando vacantes, cansado de la falta de cooperación para formar Gobierno.















