QUIÉN ES QUIÉN
A MANO ALZADA
El Ejecutivo iraní ha denunciado este domingo que la reciente estrategia de seguridad nacional difundida por Estados Unidos constituye “más bien” la “estrategia de seguridad nacional del régimen sionista”, al considerar que “busca permitir el domino” de Israel en Oriente Próximo.
“La omisión total a cualquier referencia a los derechos de los palestinos subraya que el documento, más que ser la estrategia nacional de seguridad de Estados Unidos es la estrategia de seguridad nacional del régimen sionista, al menos en lo relativo a Oriente Próximo”, ha manifestado el portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Esmaeil Baqaei.
El representante de Exteriores ha añadido que “en esencia, el contenido del documento revela que Estados Unidos asume el papel de juez sobre todos los países, un papel que nadie en el mundo acepta a día de hoy”, antes de remarcar que el texto pone de relieve lo que “sucesivas administraciones buscaron de forma oculta durante años”, tal y como ha informado la agencia de noticias iraní Tasnim.
El documento, hecho público el viernes por la Casa Blanca, afirma que Irán ha quedado “debilitado” tras la ofensiva conjunta de Estados Unidos e Israel durante el pasado verano, mientras que los dirigentes del movimiento palestino Hamás “también están en situación de debilidad o han desaparecido” y el “problema potencial” que supone Siria podría disiparse con la cooperación de Israel, Turquía y diversos aliados árabes.
En la misma línea, el texto resalta que “el dominio de Oriente Próximo en la política exterior estadounidense, tanto en la planificación a largo plazo como en la ejecución diaria, ha terminado” debido a que “ya no es la constante fuente de irritación y potencial escenario de catástrofe inminente que alguna vez fue”.
Por este motivo, la nueva doctrina de seguridad abandona “el desafortunado experimento estadounidense de intimidar a estas naciones –especialmente a las monarquías del golfo Pérsico– para que abandonen sus tradiciones y formas históricas de gobierno”. “Debemos alentar y aplaudir las reformas cuando y donde surjan de forma natural, sin intentar imponerlas desde fuera”, concluye el texto.
