El Ejecutivo iraní ha denunciado como “piratería estatal” el abordaje llevado a cabo por Estados Unidos contra un petrolero frente a las costas de Venezuela, insistiendo en que se trata de “un claro caso de robo armado en el mar”, en un contexto de fuertes tensiones entre ambos países y tras la advertencia del presidente estadounidense, Donald Trump, de que su homólogo venezolano, Nicolás Maduro, “tiene los días contados” en el poder.
El portavoz del Ministerio de Exteriores de Irán, Esmaeil Baqaei, ha remarcado que la operación constituye “una violación flagrante” del Derecho Internacional y ha sostenido que refleja un claro “desprecio” por la seguridad marítima a escala mundial, según ha recogido la agencia de noticias iraní Mehr.
Del mismo modo, ha enfatizado que ni la legislación interna estadounidense ni las sanciones dictadas por Washington “no alteran la naturaleza ilegal y criminal de este hecho” y ha alertado sobre “la continuación de este comportamiento coercitivo, que supone graves riesgos para la paz internacional, la seguridad y el comercio global”.
El portavoz ha instado igualmente a la comunidad internacional y a los organismos competentes a que “se opongan a estas acciones ilegales y hagan que Estados Unidos rinda cuentas por sus violaciones de las normas internacionales establecidas”.
Por su parte, Venezuela presentó el jueves ante la Organización Marítima Internacional (OMI) una queja formal por la incautación del petrolero por parte de Estados Unidos, mientras que Maduro definió la operación de las fuerzas estadounidenses como “piratería criminal”.
Desde Washington, la fiscal general estadounidense, Pam Bondi, ha defendido la actuación al argumentar que el buque, sancionado por el Gobierno norteamericano “durante varios años”, se utiliza para mover petróleo sancionado desde Venezuela hacia Irán, motivo con el que ha avalado el operativo en el que participaron el FBI, el Departamento de Seguridad Nacional y la Guardia Costera, con apoyo del Pentágono.
