Este miércoles, el gobierno de Irán ha dado luz verde a una iniciativa legislativa que incrementa las penas para aquellos que sean hallados culpables de espionaje en favor de Israel y otros países calificados como “hostiles”. Esta decisión surge después de la ofensiva militar de Israel en junio contra la nación centroasiática y la ejecución de varias personas acusadas de espiar para el Mossad.
Hadi Tahan Nazif, vocero del Consejo de Guardianes, comunicó que se había aprobado la propuesta para “endurecer los castigos por espionaje y colaboración con el régimen sionista y otros países hostiles”. Adicionalmente, se ha dado el visto bueno a una normativa para regular el uso de drones por civiles.
“Se ha determinado que las dos resoluciones, que contaban con ambigüedades y problemas en las etapas iniciales, no van contra las reglas de la ‘sharia’ o los principios de la Constitución tras ser retocadas por la Asamblea Consultiva Islámica y examinadas de nuevo por el Consejo de Guardianes”, afirmó Nazif.
Presentados al Parlamento el 23 de junio durante la ofensiva israelí, que contó con el apoyo de Estados Unidos en ataques a tres instalaciones nucleares iraníes, estos proyectos aún necesitan la firma del presidente, Masud Pezeshkian, para ser efectivos.
Aunque no se han especificado qué otras naciones son consideradas “hostiles”, se presume que Estados Unidos está incluido. La nueva legislación considera el espionaje y la colaboración con estos países como “corrupción en la tierra”, un delito que puede llevar a la pena de muerte, a diferencia de la legislación previa que no necesariamente implicaba la capital.