Las autoridades iraníes han detenido en aguas del golfo Pérsico a un buque que, según sus pesquisas iniciales, transportaba alrededor de cuatro millones de litros de combustible de contrabando. En el marco de esta operación han sido arrestados 16 tripulantes, todos ellos de nacionalidad extranjera.
El comandante de la Primera Zona Naval de la Guardia Revolucionaria, Abbas Gholamshahi, ha señalado que el navío formaba parte de “una red organizada de contrabando de combustible” y ha añadido que “planeaba trasladar su carga a buques más grandes fuera del golfo Pérsico”.
Gholamshahi ha indicado igualmente que el barco ya ha sido puesto a disposición de las autoridades judiciales competentes. En este sentido, ha remarcado que “cualquier intento de saltarse la ley y trasladar ilegalmente combustible fuera de las aguas territoriales iraníes recibirá una respuesta rápida y decisiva”, de acuerdo con la información difundida por la agencia de noticias iraní Tasnim.
Esta intervención se produce aproximadamente dos semanas después de que la Armada de la Guardia Revolucionaria de Irán anunciara la incautación de otro buque con bandera de Suazilandia en el golfo Pérsico, también acusado de transportar combustible de contrabando.
En los últimos años, Irán ha llevado a cabo numerosas operaciones de captura de embarcaciones en esta zona, considerada una de las rutas marítimas más transitadas del planeta, alegando que trasladaban combustible de contrabando y denunciando supuestas infracciones de la normativa internacional de navegación.